En el ojo del huracán mediático después de que Gloria Camila haya iniciado los trámites legales para demandar a Rocío Carrasco e impedir que haga públicos los escritos privados de su madre en la segunda parte de su serie documental, la hija de Rocío Jurado ha reaparecido por todo lo alto, y sin rastro de preocupación, en un multitudinario evento celebrado en la capital.

Muy amiga de Palomo Spain, la empresaria no dudó en apoyar al diseñador en el desfile con el que celebró, en el madrileño Paseo del Prado, su quinto aniversario en el mundo de la moda. Una ocasión especial en la que Rocío se dejó ver pletórica y sin dejar de sonreír en ningún momento.

Sin la compañía de su inseparable Fidel Albiac pero muy bien rodeada por Alejandro Gómez - nombre real de Palomo Spain - y por amigos como Boris Izaguirre, con los que se mostró de lo más cariñosa, Rocío acaparó todas las miradas con un llamativo y favorecedor look. Un conjunto de pantalón ligeramente acampanado en verde lima y camiseta de lunares con cuello a la caja en el mismo color, que combinó con una biker en color berenjena.

Pero si algo llamó la atención, más allá de su colorido outfit, fue la felicidad que desprende Rocío, una mujer nueva que ha retomado su vida pública con fuerza y a la que, a la espera del esperado estreno de la segunda parte de su docuserie, parece no importarle la nueva batalla legal a la que debe hacer frente, esta vez contra su propia hermana, Gloria Camila, dispuesta a todo para que no se hagan públicos los diarios secretos de Rocío Jurado.