En Villaviciosa

La actriz Blanca Romero enseña la casa de sus sueños en Asturias: "Cada ventana es un cuadro"

La modelo gijonesa abre las puertas de su espectacular nueva vivienda en Asturias

Blanca Romero.

Blanca Romero.

T. P.

La modelo y actriz gijonesa Blanca Romero enseña su casa en Asturias, habitada desde el año pasado. Está en Villaviciosa y responde a un estilo minimalista inspirado en la filosofía de belleza imperfecta wabi-sabi. Está feliz con ella. Así lo demuestra en las redes sociales, donde la luce y se luce en fotografías que abren las puertas a rincones espaciosos y muy luminosos. Romero aparece sentada en un sofá interminable con chaise longue y una mesa rústica, mira el paisaje con ojos relajados desde un diván, descansa en una cama extensa, toca la guitarra entre biombos, se refleja en un espejo de aguas profundas...

Promociona Romero sus emociones: "Para mí una de las cosas más importantes en un hogar es que el sofá sea cómodo. Y no pude hacer mejor elección, desde el primer día, te absorbe como una cuna", resume sus sensaciones en Instagram, "su estilo minimalista es atemporal y el color va con todo. Estoy totalmente enamorada del sofá en bucle".

También da pistas sobre sus gustos en el dormitorio: "Me encantan las camas vestidas de blanco". Para ella, "una buena base es el blanco y después ir poniendo color en detalles".

Romero, de 46 años, hace de guía para algunas de las estancias más importantes de una vivienda de dos plantas con cinco habitaciones, piscina y vistas al campo y al mar. Lo tiene todo, vaya. "Cada ventana es un cuadro", afirma la exesposa de Cayetano Rivera y madre de la también modelo e influencer Lucía Rivera. Luz, luz, luz a chorro. Entra a raudales por los amplios ventanales haciendo juego con el propio nombre de quien la habita. Blanca Romero vive bajo los techos altos con un lucernario que logra una conexión orgánica con la primera planta y aporta más luz. El jardín, grande.

Una escalera de hierro y hormigón une las plantas. La de abajo tiene hechuras de almacenaje y también de galería de arte con cuadros y recuerdos. Los detalles son importantes. Por ejemplo, un biombo de madera oscura contrasta con la luz que se cuela del exterior y baña suelos de madera blanca con una pincelada de estilo bohemio que encaja a las mil maravillas con la filosofía de la modelo y cotizada influencer.

A la entrada, un gran espejo de marco étnico y un original y sinuoso perchero vertical. Lámparas con pantalla de mimbre potencian ese aire relajado y cómodo. Alfombras de estilo persa. A ver, qué más. Un pequeño apartamento hace las veces de refugio íntimo. Recogimiento a tope. La ventana reina porque permite distraer la mirada y darse un baño de luz y color para recuperar fuerzas. Pasamos al dormitorio principal. Austero en mobiliario, gran cabecero de tela y ancha cama moderna, dos patas y listo. Un par de cuadros, fotos de sus hijos Lucía y Martín Romero, y lámparas, que viva el contraste. Hay cuatro habitaciones más: dos para invitados, una sala de juegos y otra de servicio. ¿Y la cocina? En la misma línea que el resto de la casa, con cristalera para la blanca luz y salida al verdor del jardín.