Hace ya casi 20 años que 'Tú me camelas' empezó a ser tarareado en buena parte del país. Una jovencísima cantante sorprendía por su particular voz. Dos décadas después, Niña Pastori ha vendido más de dos millones de discos y se ha convertido en una de las cantaoras más destacadas por su particular forma de ver el flamenco.

¿En qué momento se encuentra Niña Pastori?

Hombre, yo me encuentro en un momento buenísimo, haciendo cosas también fuera de España, en América, y me siento también querida en mi país, que es muy difícil. Hay muchos artistas que solo viven de fuera y solo pueden trabajar fuera, y eso debe ser penoso que no puedas vivir de lo que haces en tu casa. En ese sentido me considero una privilegiada.

Es muy importante sentirte querida en tu tierra.

Durante unos años cambió el escenario por los pañales.

Sí, pero ahora mis niñas ya están más grandecitas, Pastora va a cumplir 6 años y María va a cumplir 2, entonces voy por ahí mucho más tranquila y puedo dar un poco más a la profesión. He sido blanda y no he podido despegarme de ellas. Ahora ya mejor, y ellas te dan mucha fuerza para trabajar.

Esta no es una profesión fácil, es muy inestable; hay que viajar, no hay control de horarios... Pero ese es mi sitio y cada día me gusta más lo que hago. Es una profesión que te ofrece muchas cosas, no solo que uno pueda vivir de esto sino el viajar, conocer a otros músicos, gentes de otros países y otras culturas.

¿Y en qué momento está el flamenco en España?

Pues pienso que también está en un buen momento. Se están haciendo muchas cosas; el baile y la guitarra han evolucionado una barbaridad. Es verdad que ha cambiado mucho, pero yo pienso que el flamenco siempre va a existir y va a haber gente que lo haga y lo haga bien. Pero hay que tener en cuenta que el flamenco siempre ha sido para una minoría.

Como decía Lola Flores «el arte es pa cuatro”.

Con su voz rompió en cierto modo los moldes del flamenco. Si mira hacia atrás, ¿qué cree que ha aportado a este arte?

Pues no lo sé. Me imagino que, bueno, llevar más juventud al flamenco.

Mucha gente me dice que empezó a seguir el flamenco al escucharme. Me imagino que algo así.

Su último disco es Raíz y lo comparte con la mexicana Lila Downs y la argentina Soledad Pastorutti. ¿Por qué ellas?

Pues fue una propuesta de la compañía. Las tres pertenecemos a Sony y se les ocurrió. La idea era llevar la raíz de cada tierra a más rincones del mundo. Se trataba de unirnos a las tres y cantar canciones la una de la otra. Luego surgió una canción que compusimos las tres. Nos pareció una buena idea.

Somos muy distintas y los colores de voces también y pensamos que podría salir algo chulo. Y creo que es un disco que está bonito, que está hecho con mucho cariño.

Dicen que son tres mujeres "orgullosas" de su pasado y su folclore.

Sí, claro que sí. Las tres somos mujeres, las tres somos madres, las tres empezamos muy jóvenes y llevamos casi los mismos años. Nuestras carreras son muy similares y solemos coincidir al final en muchas cosas, aunque vengamos de lugares distintos. Y las músicas se pueden combinar perfectamente.

El flamenco se sale un poco de cualquier cosa, pero buscamos los arreglos y también es importante la disposición que tiene cada una. Yo intento amoldarme a lo que hacen ellas y ellas a lo que hago yo. Ha sido muy interesante. Para mí ha sido un aprendizaje de golpe.

Ahora que el flamenco es Patrimonio de la Humanidad, ¿siente que se valora más y por tanto también a los profesionales que se dedican a este arte?

Para mí el flamenco siempre ha sido patrimonio de la humanidad. Yo es la música que he «mamao»

Desde los 3 años mi madre me llevaba a todos los sitios con ella mientras cantaba. Eso se lleva. Lo de este reconocimiento ha sido muy importante, pero para mí no ha cogido más valor el flamenco por eso. Tocar la guitarra flamenca es muy difícil, como lo hizo Paco de Lucia.

La gente puede cantar las canciones contigo, pero Paco era él con su guitarra que llenaba estadios en el mundo entero. Y eso es porque hay algo detrás. El flamenco es una de las maravillas de este mundo, la música en general... yo no podría vivir sin la música.

Niña Pastori ha vendido más de dos millones de discos. Ahora, el panorama es mucho peor.

La industria musical, el tema de conciertos y giras no están en su mejor momento...

Están las cosas difíciles, pero creo que es como una rueda. Cuando algo va mal, todo se encadena y nos perjudican a todos. A nosotros nos ha perjudicado la piratería y que el país vaya mal porque las necesidades básicas están antes que ir a un concierto.

Ahora que ha pasado el tiempo, ¿cómo ve las críticas que recibió el anuncio de Navidad?

Yo pienso que al final se escapó un poco de las manos. La verdad es que yo tengo sentido del humor y me río. Mis niñas pedían que les pusiera el anuncio terrorífico...

Cuando la gente lo vio al principio le pareció bonito, luego alguien hizo algo con Montserrat Caballe en las redes y ya no paró. Sinceramente no me molestó, me sentó mal por Montserrat o Raphael que son muy queridos y respetados.

Pero tampoco hay que tomárselo por ahí. Como hizo Montserrat, tomárselo con humor y ya está.

¿Si la volvieran a llamar lo haría de nuevo?

Por supuesto que lo haría. Fue un gustazo cantar con ella y con Raphael. Y también con el resto.