El considerado como el mejor cocinero del mundo está presentando a innovadores, estudiantes de gastronomía y otros colectivos su proyecto 'Bullipedia'.

¿Qué mensaje quiere transmitir a los universitarios?

Vienen estudiantes y representantes de pequeñas y medianas empresas (Pymes). La idea es aprender, compartir y comparar todo lo relativo al tema de la creatividad y la innovación con un lenguaje muy sencillo. Creo que el problema de la innovación es que muchas veces da miedo. La mayoría de la gente no sabe que es innovadora. Al final la innovación es buscarse la vida. Si ves que tu sector está cambiando, adelántate, cuando te adelantas es cuando las cosas funcionan. Hay una carnicería en Lima que por las noches se reconvierte en restaurante, y ahora, es un sitio de moda en todo el mundo.

Cada vez hay más gente que monta un bar pensando en triunfar de la noche a la mañana, ¿qué opina de esto?

Montar un bar es lo menos innovador del mundo. La gente cree que abrir un bar es lo más fácil del mundo y es lo más difícil, igual que ocurre con los restaurantes, de lo contrario todos los multimillonarios tendrían uno. Pueden tener barcos de 200 millones de dólares, pero los grandes restaurantes son negocios difíciles y complejos. Bill Gates no va a tener nunca a uno de los grandes cocineros del mundo en su casa aunque le pagase cuatro o cinco millones de euros. Es como si me dices que Ronaldo o Messi van a jugar en un equipito de Catar. Ni aunque les dieran cien millones de euros. Irán cuando estén en las últimas. En la vida, gracias a Dios, no todo es el dinero.

¿Qué papel juegan las nuevas tecnologías en la gastronomía?

El proyecto bullipedia es de información y conocimiento. Con Internet cambia el concepto de información. Para qué quiero saber la lista de los reyes visigodos, como mucho quiero entender qué hicieron, y eso es lo que estamos haciendo con Telefónica, una wikipedia de cocina multimedia.

¿Cómo reacciona el joven?

Unos creen que soy tonto, otros que brillante, cada uno es diferente. Lo importante es transmitir ilusión y pensar que si un tío de barrio ha conseguido triunfar, tú también puedes. Vengo a compartir, no a hacer un dogma. Yo hice la mili en Cartagena y mis abuelos eran de Mazarrón y de la Unión, y me gusta esta ciudad.