Convivir con un gato puede convertirse en ocasiones en una odisea y es que los felinos son animales muy independientes y autónomos. Este comportamiento se debe a que los gatos no ven a sus dueños, a diferencia de los perros, como una base segura y un foco de protección. Es por este motivo que la relación entre los gatos y sus dueños puede estar llena de altibajos, pueden ser extremadamente cariñosos un momento e ignorarnos al segundo siguiente como si no significásemos nada para ellos.

El comportamiento de los gatos sigue siendo un gran misterio que nos deja horas y horas viendo vídeos de gatos en internet y generalmente nos desconciertan. Pero aunque estos comportamientos dependan en mayor o menor medida de la personalidad de tu mascota, tal y como ocurre con los humanos, existen ciertos tipos de conductas que están muy relacionadas con las razas de gatos.

¿Los gatos son agresivos?

Ante todo, debes de saber que ningún animal es malvado por naturaleza. Y aunque es posible que los gatos parezcan más malos que los perros debido a algunas pautas de comportamiento, como los casos del vídeo que puedes ver más abajo, estas conductas tienen más que ver con su naturaleza curiosa que les impulsa a probar sus límites y los de sus dueños. Además, hay ciertas cosas que los gatos odian de los humanos y cuando cometemos esos errores tienden a castigarnos.

Pero si hablamos de agresividad es importante que sepas distinguir entre los juegos y los ataques. Los gatos pueden arañar o morder al poner en práctica juegos de caza o como reacciones al estrés y estas conductas pueden corregirse si se sabe cómo. Sin embargo, lo que verdaderamente es una agresión intencionada por parte del felino viene acompañado de una serie de señales que es necesario que tengas en cuenta:

  • Lomo arqueado
  • Pelaje erizado
  • Pupilas dilatadas

Estas son las razas de gato más agresivas

Estas son las razas de gato más agresivas: savannah

Savannah

Esta raza es híbrida, es decir, es el resultado de cruzar el gato doméstico (Felis silvestris catus) con el serval africano (Leptailurus serval). Debido a su ascendencia esta raza de gato conserva algunos instintos salvajes que dificultan la convivencia con él. Aunque no se trata de un gato agresivo, sí es muy territorial y puede ser muy arisco con los desconocidos. Pero el mayor inconveniente de este gato es su gran tamaño, ya que puede llegar a pesar hasta 9 kilos.

Estas son las razas de gato más agresivas: bengala

Bengala

Se trata de otra raza de gatos híbrida, resultante del cruce entre el gato leopardo (Prionailurus bengalensis) y el gato doméstico, con el objetivo de dar a estos gatos un aspecto similar al de los felinos salvajes exóticos tales como son los leopardos o los ocelotes. Este ADN le confiere algunas características heredadas como su gusto por el agua, su territorialidad y su fuerza.

Estas son las razas de gato más agresivas: sphynx

Sphynx

Esta es una de las razas de gatos más apreciadas por su extraño aspecto y su falta de pelo. Los gatos Sphynx o esfinges tienen una alta probabilidad de desarrollar comportamientos dominantes con su dueño y pueden llegar a ser muy intensos. Pero como hemos dicho antes, estos comportamientos se pueden moldear.

Estas son las razas de gato más agresivas: gato siames.

Gato siamés

El gato siamés es una de las razas de gatos más antiguas y fueron adorados como guardianes en los templos de Siam. Esta raza de gato es actualmente muy apreciada por su elegancia y su pelaje. A pesar de su fama de agresivos, los siameses son en realidad felinos muy apegados y participativos en la vida del hogar. A menudo desarrollan un exagerado afecto por una persona en concreto o un miembro de la familia, por lo que los comportamientos suelen acabar llegado por los celos o la falta de atención.

Estas son las razas de gato más agresivas: maine coon.

Maine Coon

Además de pertenecer a la lista de los gatos más grandes del mundo, ya que puede llegar a pesar 9 kilos, esta raza de gatos suele tener un carácter muy independiente y prefiere que lo dejen tranquilo. Si no es así, y debido a su gran tamaño, pueden resultar peligrosos si desarrollan actitudes agresivas.