Es posible que cuando lleguen las vacaciones de Navidad te surja una duda bastante común para quienes tienen mascota: ¿dónde y con quién dejo a mi perro mientras me voy de viaje estas Navidades? El quebradero de cabeza que supone llevar a tu mascota contigo de viaje es algo muy complicado de gestionar. Por suerte, hoy en día existen muchas opciones con las que podemos contar para dejar a nuestra mascota y estar seguros de que se lo pasará igual de bien que nosotros.
La primera opción, y la ideal, siempre sería la de poder llevarnos a nuestro perro con nosotros. Para ello, tendríamos que asegurarnos previamente de reservar en un alojamiento en el que se permitan las mascotas. Si tenemos esta posibilidad y el trayecto no resulta muy largo, adelante con ello.
Sin embargo, lo más común es que te veas obligado a tener que dejar a tu mascota en vacaciones en algún lugar o con alguien de confianza. Para ello, aquí tienes una serie de sitios para saber dónde dejar a tu perro en vacaciones:
Persona de confianza
Ya sea un familiar, un amigo o un vecino. Si tienes plena confianza en esa persona y sabes que va a cuidar a tu mascota como el mejor, es lo más recomendado. Nunca dejes a tu mascota sola en casa, es una muy mala decisión.
Residencias caninas
Busca bien las opciones que tengas por tu zona. Antes de llevarlo, haz una visita para inspeccionar las instalaciones y asegurarte de que vas a dejar a tu perro en un buen lugar. Recuerda que es importante que te exijan la cartilla de vacunación. El precio de una residencia canina oscila entre los 15-20 euros por día y perro.
Hoteles para perros
Estos lugares cuentan con una serie de profesionales e instalaciones, que le darán a tu perro todo tipo de cuidados y detalles: peluquería, veterinario, masajista y hasta un spa para que se relajen. Su precio es algo más elevado que el de una residencia canina, sobre 20-25 euros diarios.
Cuidadores y residencias particulares
Gracias a nuevas plataformas y apps que encontramos en Internet, podemos contactar con amantes de las mascotas, que ofrecen sus servicios de cuidado o de residencia, de igual manera que la de una residencia canina tradicional. La principal diferencia es que nuestros amigos se sentirán casi como en su propia casa, al estar en otro hogar "pet-friendly". Destacar que el precio de estas opciones es un poco más bajo que el de las opciones que hemos mencionado antes.
