Los animales han acompañado y asombrado a los seres humanos a lo largo de la historia, tanto es así que se han convertido en protagonistas de cuentos, fábulas e incluso refranes. Seguro que has escuchado alguna vez el refrán "cuando el grajo vuela bajo, hace un frío del carajo", ya que se trata de una de las expresiones más utilizadas en estos días de frío intenso. Pero, ¿de dónde viene esta expresión?

El grajo (Corvus frugilegus) es un ave paseriforme de la familia Corvidae. Su forma es parecida al cuervo, ya que se trata de una de una de las diez especies europeas de córvidos, tiene uñas y plumas muy oscuras de color violáceo negruzco y pico y patas rojas. Este pájaro tan común en España también es conocida como graja en ciertas regiones del país. La conocida expresión "cuando el grajo vuela bajo..." se utiliza para afirmar que hace mucho frío y tiene diferentes variaciones en España: "cuando el grajo vuela bajo...no te quites el refajo", "cuando el grajo vuela bajo...hay que tomar sopa de ajo". También existen dichos populares en los que el grajo es protagonista de forma inversa, haciendo referencia al buen tiempo, como: "cuando el grajo sube, no se ve ni una nube".

Pero, ¿qué le pasa al grajo en cuando hace frío y de dónde viene este refrán? Según la Sociedad Española de Ornitología, los grajos pueden volar hasta por encima de los 1.300 metros, pero en invierno suelen hacerlo por debajo de los 400 metros porque las bajas temperaturas dificultan su movimiento. Esto se debe a que el aire frío es más denso y eso obstaculiza su vuelo, por lo que estas aves evitan las capas altas que es donde más frío hace y se aproximan a la tierra, en busca de un poco más de calor. El grajo se convirtió en protagonista de cientos de memes en redes sociales durante la borrasca Filomena, cuando algunos se atrevieron a decir que el grajo ya no volaba sino que iba andando.

La sabiduría popular y los largos años de observación en los campos llegó a la conclusión de que cuando los grajos vuelan más bajo de lo acostumbrado es que hace o hará en las próximas horas mucho frío. Y es que los animales por sus impresionantes sentidos anticipan, en muchas ocasiones, los cambios meteorológicos y los fenómenos naturales. Los perros, gatos y aves escuchan frecuencias más altas que los humanos y muchos insectos anticipan cambios atmosféricos porque sienten vibraciones en sus patas. Un buen ejemplo de este sexto sentido animal es la tradición estadounidense del Día de la Marmota, que se celebra el 2 de febrero, en el que, dependiendo de si este roedor ve o no su sombra, llegará la primavera o se prolongará el invierno.