Si tienes una perra de edad avanzada seguramente habrás oído hablar alguna vez de la piometra en perros o piometra canina, esta infección del útero suele darse en perras sin esterilizar que han alcanzado la madurez sexual y puede ser muy grave si no se trata con urgencia. Por lo que es muy importante conocer cuáles son los síntomas, las causas y el tratamiento de la piometra en perros para poder detectarla a tiempo y cuidar la salud de tu peludita.

Qué es la piometra en perros y por qué se produce

La piometra en perros es una enfermedad grave que afecta el útero de las hembras mayores de seis años que no han tenido cachorros. Esta infección bacteriana que provoca la inflamación del útero puede ser causada por la estimulación progestacional a lo largo del diestro o por el uso de tratamientos hormonales. Los síntomas de la piometra en perros pueden variar en cada caso, y su detección y tratamiento tempranos son esenciales para evitar complicaciones y requerir atención veterinaria urgente. Sigue leyendo y aprende todo lo que necesitas saber sobre la piometra en perros y cómo prevenirla.

La piometra en perros es una infección secundaria común que puede ocurrir debido a cambios hormonales durante el ciclo reproductivo de las hembras. Si no ocurre el embarazo después de varios ciclos consecutivos, el revestimiento uterino se engrosa y pueden formarse quistes, lo que se conoce como hiperplasia endometrial quística.

La exposición a altas concentraciones de progesterona sin que haya gestación durante varios ciclos (embarazos psicológicos o pseudogestaciones) aumenta el riesgo de desarrollar quistes en el endometrio y las secreciones generadas en el útero en estos episodios son el caldo de cultivo perfecto para algunas bacterias. La hiperplasia endometrial quística crea un ambiente ideal para el crecimiento bacteriano, lo que puede provocar la piometra en perros. El engrosamiento del revestimiento uterino secreta fluidos que no pueden ser expulsados, lo que hace que el útero se inflame y agrande el abdomen de la perra. La infección puede poner en peligro la vida del animal si no se trata adecuadamente.

Qué es la piometra en perros y por qué se produce INFORMACIÓN

Existen dos tipos de piometra en perros

¿Conoces los dos tipos de piometra canina? La piometra abierta y la piometra cerrada. En la piometra abierta, el cuello del útero se relaja y libera pus, mientras que en la piometra cerrada el útero no se drena y se agranda, lo que produce una inflamación dolorosa en la parte baja del abdomen.

La piometra cerrada suele acompañarse de vómitos y diarrea, y puede provocar signos de toxicidad como fiebre alta, taquicardia y shock. Las perras con piometra cerrada pueden parecer más enfermas que las que sufren piometra abierta.

La mejor forma de prevenir que tu mascota desarrolle priometra es estirilizarla lo más pronto posible para evitar complicaciones.

Piometra en perros: ¿Cómo llegan las bacterias al útero?

Las bacterias pueden entrar fácilmente en el útero de las perras durante el celo. La puerta de entrada al útero es el cérvix, que se relaja para permitir el paso de los espermatozoides durante el celo. En condiciones normales, el entorno uterino impide la supervivencia de las bacterias. Sin embargo, cuando la pared uterina se engrosa o se vuelve quística debido a la hiperplasia endometrial quística, se crean las condiciones ideales para el crecimiento bacteriano.

En este momento, las bacterias que normalmente se encuentran en la vagina pueden entrar fácilmente en el útero a través del cérvix y provocar la piometra en perros. Si no se trata adecuadamente, la piometra puede poner en peligro la vida del animal.

Síntomas de la piometra en perros: ¿Cómo detectarla? INFORMACIÓN

Síntomas de la piometra en perros: ¿Cómo detectarla?

Uno de los síntomas más llamativos de la piometra en perros es la presencia de secreciones vaginales de pus o sangre, que pueden confundirse con el celo. Aunque esto no se da en todos los casos ya que depende de la etapa del celo en la que se encuentre el animal. Si han pasado entre dos y seis semanas tras el celo el cérvix se encontrará abierto (piometra abierta) y la perra presentará este tipo de secreciones.

En cambio, si han pasado entre seis y ocho semanas del celo el cuello del útero está cerrado o en proceso de cerrarse (piometra cerrada) y no habrá evidencia de ninguna secreción vaginal por lo que su diagnóstico será mucho más difícil y la infección puede agravarse.

La piometra canina se suele manifestar con diferentes síntomas en su etapa inicial como: 

  1. Depresión
  2. Letargo
  3. Pérdida de apetito
  4. Sed excesiva
  5. Aumento de la frecuencia urinaria
  6. Vómitos
  7. Diarrea
  8. Taquicardia
  9. Shock
  10. Fiebre alta
  11. Hinchazón abdominal

Cuando la piometra está avanzada, porque no se ha detectado o la perra no ha recibido el tratamiento adecuado, pueden darse síntomas más graves como:

  • Insuficiencia renal aguda
  • Peritonitis
  • Septicemia o infección generalizada que puede provocar la muerte del animal.

Piometra en perros: ¿Qué razas son más propensas a sufrirla? INFORMACIÓN

¿Qué razas de perros son más propensas a sufrir piometra?

La piometra en perros puede afectar a cualquier hembra joven o de mediana edad, en particular si no está esterilizada, aunque es más común en perras mayores. Esta afección uterina suele ocurrir entre dos y ocho semanas después del último celo.

A pesar de que la piometra en perros puede afectar a cualquier raza, algunas están más predispuestas a padecerla. Entre las razas más propensas a la piometra canina se encuentran el Collie de pelo áspero, el Rottweiler, el Schnauzer miniatura, el Spaniel Cavalier King Charles, el Golden Retriever, el Boyero Bernés y el Springer Spaniel Inglés.

En contraste, se considera que algunas razas de perros tienen menor predisposición a desarrollar piometra en perros. Entre ellas, se incluyen el Drever, el Pastor Alemán, el Dachshund y los sabuesos suecos.

Prevención de piometra en perros: ¿Qué medidas puedo tomar? INFORMACIÓN

Prevención de piometra en perros: ¿Qué medidas puedo tomar?

La piometra en perros suele presentarse con mayor frecuencia en perras mayores de 6 años que no han tenido crías y en aquellas que han sido sometidas a terapia hormonal con estrógenos o progestágenos.

Si no planeas que tu perra tenga crías, la mejor forma de prevenir la piometra en perros es mediante una esterilización temprana.

Curiosamente, las perras que han dado a luz rara vez desarrollan piometra. Por motivos aún desconocidos, la gestación ejerce un efecto protector sobre el endometrio canino, evitando que la piometra se desarrolle en las áreas donde la placenta se ha adherido.

Usualmente, las perras entran en celo cada 6 o 7 meses. Si tu perra no está esterilizada, es recomendable llevar un registro de las fechas de celo, anotándolas en un calendario. De esta manera, podrás identificar si los sangrados ocurren en los momentos esperados. Si no es así, es importante consultar con tu veterinario.

¿En qué consiste el tratamiento de la piometra en perros? INFORMACIÓN

¿En qué consiste el tratamiento de la piometra en perros?

Si a tu perra le sale pus de la vulva o sospechas que pueda padecer piometra, debes acudir al veterinario de forma urgente. Allí procederán a su diagnóstico estudiando su historia clínica, los síntomas y mediante un análisis de sangre o una ecografía.

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Lo más probable es que si tu perra padece piometra tu veterinario recomiende la extirpación completa de los ovarios y el útero (ovariohistectomía). Aunque, en ocasiones la piometra canina puede tratarse con antibióticos y prostaglandinas, que provocarán contracciones para facilitar el vaciado del pus del útero, este tratamiento no previene de volver a padecer la enfermedad. Por lo que no suele ser recomendable.