Si a algo era aficionada Isabel II, además de a los caballos, fue al cuidado de los perros, afición que no abandonó desde que, con 18 años (en 1944), sus padres le regalaron el primer corgi: una raza que ha acompañado durante más de 30 generaciones caninas a la monarca y que ya es conocida como “los perros de la reina de Inglaterra”.

Durante sus 70 años de reinado ha quedado constancia de la estrecha relación entre Elisabeth y estos canes "casi salchicha", que la han acompañado desde el principio en actos oficiales y personales (su primera perra, Susan, la acompañó hasta su luna de miel y forma parte de la hemeroteca de imágenes de aquel entonces).

Isabel II junto a su primer corgi, Susan.

De pequeño tamaño, con orejas “lobunas” y cuerpo parecido al salchicha, los corgis destacan por un carácter de perro pastor.

Fue hace seis años, al cumplir 90, cuando la reina dejó de criar perros: en 2018 falleció Willow, el último de los corgis de raza que ella misma ha domesticado y que fue el último de la dinastía que inauguró Susan. En febrero del año pasado, durante la hospitalización del príncipe Felipe, su hijo Andrés le regaló dos pequeños dorgis -un cruce de corgi y dachshund, la raza predilecta de la hermana de la reina, la princesa Margarita y cuyos cachorros ya había cuidado con anterioridad.

Una habitación propia

Ser uno de los corgis o perros adoptados de la reina proporciona beneficios inalcanzables para algunas personas. Los “corgis reales” tuvieron durante su vida en palacio una habitación propia y eran alimentados y atendidos por un asistente personal gran confianza.

Los corgis y dorgis no fueron los únicos perros que contaron con los beneficios de la corona: Isabel II ha cuidado de cockers spaniels, labradores y ha adoptado perros huérfanos, como fue en el caso del corgi Whisper, que acabó en manos de la reina tras el fallecimiento de su dueño, uno de sus empleados.

Características

La raza de los Corgis, cuyo nombre completo es el de Corgi Galés de Pembroke, es un can de pequeño tamaño y patas cortas con una cara similar al zorro. Su pelo es liso, de longitud media (y muy impermeable), pudiendo ser de una gran variedad de colores y manchas que abarcan desde el marrón y el blanco, pasando por varios tonos de canela, arena... y, en ocasiones, negro. Los corgis adultos miden entre 25 y 30 centímetros, pesando los machos entre 10 y 12 kilos y las hembras entre los 9 y los 11 kilos.

Compañeros en cine y televisión

Los corgis de la reina Isabel II no solo han sido protagonistas de fotografías en recepciones oficiales o reuniones familiares, también han acompañado al mismo James Bond en una de las promociones de uno de los filmes, protagonizados por Daniel Craig en el año 2012.

Sin contar, obviamente, con diversas adaptaciones al cine y a la televisión, donde los corgis y dorgis de Isabel II han sido parte irrenunciable con la que contextualizar el día a día de la monarca. Una de las imprescindibles, la aún vigente 'The Crown', en Netflix, cuyos últimos acontecimientos en Buckingham darían, seguro, para una temporada.

Olivia Coldman encarnando a Isabel II en 'The Crown', junto a sus perros.

Y es que, si una raza de perro acompaña en pantalla a la reina Olivia Coldman, debe ser muy importante en la trama.