La Guardia Civil alerta de la llegada de esta plaga que puede ser muy peligrosa

La primavera está a la vuelta de la esquina y, con su llegada, reaparece una plaga que amenaza la seguridad de nuestros perros en parques, jardines y bosques de pinos: la oruga procesionariadel pino. La Guardia Civil ha emitido una alerta a través de su cuenta de Twitter para que los ciudadanos sean conscientes de los riesgos que supone esta especie para sus mascotas.

Thaumetopoea pityocampa, también conocida como la oruga procesionaria, es un insecto lepidóptero que, en su fase larvaria, está cubierto de pelos urticantes. Estos pelos pueden resultar extremadamente peligrosos, especialmente para los perros, ya que contienen una proteína tóxica llamada thaumatopina. Al transformarse en mariposa, el insecto ya no supone una amenaza.

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El peligro de la oruga procesionaria para los perros no puede ser subestimado, ya que estos animales son especialmente susceptibles a los efectos dañinos de los pelos urticantes de la oruga procesionaria. Los perros pueden sufrir síntomas severos si entran en contacto con la procesionaria, incluyendo irritación intensa, salivación excesiva, necrosis de tejidos, inflamación y, en casos extremos, sobre todo en razas de perros pequeñas, la muerte.

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La Guardia Civil advierte: "La #procesionaria del pino ya está apareciendo. En los seres humanos pueden provocar irritación en oídos, nariz y garganta. Si tu perro lame una oruga o sufre una picadura, podría tener graves heridas o incluso morir. Ten precaución".

El nombre "procesionaria" proviene del comportamiento distintivo de estas orugas de desplazarse en fila, como si participaran en una procesión. Esto les permite protegerse de los depredadores y mantenerse unidas mientras buscan alimento.

¿Cómo evitar que a mi perro le pique la oruga procesionaria?

Para proteger a nuestros perros de la oruga procesionaria, es fundamental tomar precauciones. Entre las medidas más efectivas se encuentran:

1. Evitar áreas con presencia de pinos, ya que estos árboles son el principal alimento de las orugas.
2. Mantener a los perros con correa en zonas de riesgo, evitando que se acerquen a lamer u olisquear las orugas.
3. Estar alerta a la presencia de orugas en el suelo o en los árboles y alejarse de inmediato.
4. Consultar con un veterinario si se sospecha que un perro ha estado en contacto con la procesionaria, para recibir tratamiento adecuado en caso de ser necesario.

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La oruga procesionaria no solo representa un peligro para los perros, sino también para los seres humanos y para los árboles de los que se alimenta, especialmente los pinos. La plaga puede debilitar y, en casos severos, matar a los árboles afectados.

Entonces, al dar un paseo primaveral con nuestro fiel amigo de cuatro patas, recordemos mantenernos alerta y lejos de las orugas procesionarias. ¡Porque un dueño precavido vale por dos en la temporada de la procesionaria!