Tras el cierre de la 72 edición de la pasarela madrileña, su directora, Nuria de Miguel, hace un balance "muy positivo" de esta atípica edición que se ha celebrado "a petición del sector" y en la que "la prioridad" ha sido las medidas de seguridad. Ahora, "es momento para el análisis".

"La pasarela tenía que celebrarse, el sector así lo ha pedido, la industria no puede parar", ha explicado este domingo a Efe, la directora de la Mercedes-Benz Fashion Week Madrid (MBFWM), Nuria de Miguel.

Con vocación "de servicio" a los sectores vinculados a la moda, la pasarela, "sin obligar a nadie" fue tomando forma "en función de los diseñadores participantes", añade de Miguel, quien hace un balance "muy positivo". El objetivo de la pasarela ha sido que "la sociedad vuelva a ilusionarse con la moda y que esa ilusión se traduzca en ventas", añade de Miguel quien reconoce que sin la respuesta "positiva" de los diseñadores no se hubiera podido realizar.

Esta pasarela ha reducido el aforo de los desfiles de 800 a 192 personas, solo una ocupación del 24% con la intención de "dar prioridad a la seguridad", asegura la directora de la pasarela.

Aún así, no se han ocupado todos los asientos. Han sido seis mil los asistentes que han visitado esta edición, una cifra que está muy lejos -obviamente- de alcanzar los 55.000 de la anterior, pero no por ello se ha escatimado en medios, al contrario ha sido una edición más "compleja", en la que se ha invertido más en crear una plataforma digital para aportar un "contenido extra".

IFEMA, la cuna de la moda española

Consciente de que la situación actual que se vive por la pandemia, Ifema ha invertido en precisos termómetros digitales, doscientos litros de gel hidroalcohólico, 15.000 mascarillas, amén de los productos desinfectantes para los pies y los litros de agua invertidos en los arcos nebulizadores instalados a la entrada.

Ifema, el escenario principal de la moda española -aunque algunos no lo crean-, ha puesto a disposición 229 profesionales al servicio del diseñador para que pudieran mostrar su colección. Profesionales entre los que se encuentran el equipo de peluqueros y maquilladores, planchadores y vestidoras, mozos de transporte, técnicos de sonido y de iluminación, operarios, decoradores, azafatas, regidores y director de "casting" de modelos y prensa del propio Ifema, además del personal de limpieza que se ha reforzado.

Treinta y seis modelos han desfilado en esta edición en la que lamentablemente, por la COVID-19, no se ha podido contar la presencia de compradores internacionales, tampoco con la prensa extranjera. "Entre periodistas y fotógrafos ha habido 44 de media por desfile, cuando en la edición anterior fueron 1.000 los acreditados", según fuentes de Ifema.

Solo 16 diseñadores han acudido a esta edición. El confinamiento, la caída en picado de ventas, los ERTES del personal o las dificultades para adquirir tejidos les ha impedido mostrar su trabajo en este escaparate que ha tenido "64 apariciones en televisión y 184 impactos en prensa escrita", según los datos que ha ofrecido esta mañana Ifema.

Un calendario "muy digno", teniendo en cuenta la situación sanitaria y económica, apostilla de Miguel, quien considera que es un momento "para el análisis".

Ahora cuando se baja el telón de esta edición a la que le ha faltado calor y vida, de Miguel ya piensa en la siguiente que, posiblemente será en febrero de 2021.