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'La casa Gucci': 10 crímenes e historias truculentas que han sacudido la moda

Con motivo del estreno de la película de Ridley Scott que protagoniza Lady Gaga, recordamos otras tragedias 'fashion' como las de Versace, Alexander McQueen o Manuel Mota

Lady Gaga, en el papel de Patrizia Reggiani, en ’La casa Gucci’.

En la hoguera de las vanidades que es el mundo de la moda no todo es estilo y glamur. Como otros negocios que mueven millones, detrás de la pasarela y la alta costura abundan las bajas pasiones, los codazos y las malas artes, por no hablar de envidias, celos y traumas que acaban en suicidios y hasta en crímenes pasionales y por venganza. Argumentos de primera plana y de películas como la de Ridley Scott sobre la historia real detrás del asesinato de Maurizio Gucci, director de la casa de moda homónima, a manos de un sicario a sueldo de su exmujer, la pérfida y ambiciosa Patrizia Reggina.

Una soberbia Lady Gaga, que podría lograr su primer Oscar como mejor actriz por su interpretación de la 'viuda negra de Italia', además de un reparto de lujo con Adam Driver, Al Pacino, Jared Leto, Jeremy Irons y Salma Hayek, dan empaque a una historia criminal real que convulsionó la industria en los 90. Pero no es el única tragedia que ha cercenado los destinos de diseñadores, estilistas y modelos.

Maurizio Gucci (1948-1995): la venganza de una ex celosa

"Es mejor llorar en un Rolls Royce que ser feliz en una bicicleta". A pesar de sus orígenes humildes -hija de un camionero y de una camarera-, Patrizia Reggiani siempre soñó con lujos y visones. Se infiltró en la alta sociedad de Milán hasta que dio con Maurizio Gucci, nieto del fundador en 1906 de la casa de moda. Se casaron en 1972. Disfrutó de viajes y mansiones, y le dio dos hijas, Allegra y Alesandra. Pero en 1985 el empresario empezó a salir con otra mujer, Paola Franchi, y solicitó el divorcio. La celosa Patrizia tampoco le perdonó que vendiera sus acciones del negocio al fondo de inversión Investcorp, un banco árabe de Bahrein, y se encomendó a la amistad con una vidente que la ayudó durante la convalecencia cuando la operaron de un tumor cerebral. Le extrajeron el bulto, pero no la rabia hacia Maurizio. Le pagó 300.000 euros a un sicario para que le pegara tres tiros a la entrada de un lujoso edificio de oficinas de Milán. Con 46 años, el magnate cayó muerto el 27 de marzo de 1995. Las guerras intestinas del clan Gucci hicieron pensar que lo habían matado los primos, pero no, unos pinchazos telefónicos delataron a Patrizia, que fue arrestada en 1997. Salió a la calle en 2014, y ahora viste de Zara y se pasea por la zona alta de Milán con un loro al hombro.

Gianni Versace (1946-1997): un asesino en serie y la mafia

Dos años después del asesinato de Gucci, otro diseñador italiano de fama mundial, Giovanni Maria Versace, fue abatido por un chapero politoxicómano y asesino en serie a las puertas de su mansión en Miami Beach. Volvía de su paseo matinal con el último número de 'Vogue'. Un hombre le descerrajó dos tiros por la espalda, en la nuca y en el cuello. Su asesino se marchó tranquilo por el bulevar de Ocean Drive mientras Gianni, de 50 años, se desangraba. A finales de los 70 había fundado la casa de la Medusa y la greca, tocó el cielo en los 80, y fue de los primeros en aunar moda, música y famoseo. Entre los íntimos del emperador 'Gianni I', cuya empresa valía entonces 1.400 millones de dólares, Liz Taylor, Elton John, Lady Di, Naomi Campbell, Madonna, Cher o Sting, que no faltaron a su entierro. Una semana después del crimen que abrió los informativos se mató con la misma pistola Andrew Cunanan, de 27 años, sospechoso del homicidio de otros cuatro hombres. El informe del FBI, de 700 páginas, aventó la vida sexual del modisto -que, junto a su novio oficial, Antonio D'Amico, solía contratar los servicios de prostitutos-, pero no acertó a descubrir el móvil. Que si un ajuste de cuentas de la mafia calabresa (se llegó a decir que Gianni usaba sus tiendas de lujo para blanquear dinero de la 'Ndrangheta), que si fue un robo a mano armada... Al final, se cree que Cunanan se había obsesionado con el diseñador de la estética barroca y 'kitsch', el de los tonos flúor y dorados. El crimen fue objeto de una temporada de 'American Crime Story', de Ryan Murphy, y con Darren Criss, Ricky Martin y Penélope Cruz en el reparto.

Alexander McQueen (1969- 2010): el niño del que abusaron sexualmente

El 'enfant terrible' de la moda inglesa, el genio Alexander McQueen, se quitó la vida con 40 años y una carrera gloriosa. Se ahorcó en su casa del West End londinense, el 11 de febrero de 2010, después de haber planeado suicidarse varias veces antes (una, incluso, en una 'performance' sobre la pasarela). Había ingerido cocaína y somníferos. Lo hizo días después de que su madre falleciera y cuando aún no había superado el duelo por la muerte de su mejor amiga. En su carta de despedida, pidió que cuidaran de sus perros. A pesar del éxito, no pudo olvidar los abusos que sufrió de niño a manos de su cuñado, el primer marido de su hermana 15 años mayor. Ese hombre, que le violó desde los 9 años, pegaba tan fuerte a Janet que le provocó dos abortos. De mayor, tal como llegó a confesar, quiso hacer ropa para "que las mujeres que la lleven asusten a la gente”. Vistió a sus tres hermanas hasta que se graduó en la prestigiosa St. Martins College of Art & Design de Londres, de donde también salieron John Galliano o Stella McCartney. Trabajó como diseñador jefe de Givenchy antes de fundar su casa de moda transgresora, oscura y fetichista, muy del gusto de artistas como Lady Gaga y Björk. Paradójicamente, su mentora, el icono de la moda Isabella Blow, se había suicidado tres años atrás, también en vísperas de la Semana de la Moda de Londres. Él hizo lo propio luego, deprimido y enfermo de sida.

Manuel Mota (1966-2013): un puñal y tres cartas de despedida

Tres años más tarde del suicidio de McQueen, el modisto catalán Manuel Mota, director creativo de la firma Pronovias durante 23 años, fue encontrado sin vida y con heridas de arma blanca en los lavabos de un ambulatorio de Sitges (Garraf), en los que se había encerrado por dentro. El cuerpo del modisto de Reus fue localizado el martes 8 de enero de 2013, a las 15.30 horas, con un puñal clavado en el corazón. Los Mossos encontraron junto al cuerpo una mochila que en su interior tenía tres cartas de despedida. Una iba dirigida a la familia, otra a su pareja y una tercera, a la policía, en la que se leía que sufría de fuerte estrés por culpa de un "monstruo", según sus últimas palabras. Josefina Mota, hermana del creador, llegó a señalar en un programa de Telecinco ('Materia reservada') a Alberto Palatchi, dueño de la firma nupcial, como responsable último de la tragedia.

Ruslana Korshunova (1987- 2008): la perdición de la secta Rosa del Mundo

El rostro del perfume Nina, de Nina Ricci, portada de revistas como 'Vogue' o 'Elle' y habitual en los desfiles de Marc Jacobs, Donna Karan y Kenzo, se lanzó al vacío desde un noveno piso en el distrito financiero de Manhattan. Ruslana Korshunova, la modelo de origen kazajo de solo 20 años, disfrutaba de la fama mundial y meteórica cuando, según la teoría más aceptada, se quitó voluntariamente la vida. En sus redes sociales había dejado escritas frases como estas: "¿Lograré encontrarme algún día?" o "Soy una puta. Soy una bruja. No me importa lo que digas... Sé que mis anteriores relaciones no funcionaron porque soy impredecible". Su caso sigue siendo objeto de numerosas especulaciones. Una de estas relacionó a la 'top' con la mafia rusa, y otra aseguraba que formaba parte de una secta moscovita llamada Rosa del Mundo, que la habría hecho caer en una profunda depresión. Además, un año después, otra modelo amiga suya, Anastasia Drozdova, también se quitó la vida de la misma manera.

Halston, Galliano, Jacobs... el club de las drogas y el desfase

Drogas, alcohol, prostitución y crisis psiquiátricas se han llevado por delante, o casi, la carrera, o a veces la vida, de muchos iconos de la moda. Si el creador del esmoquin femenino en los años 1960, el modisto francés Yves Saint Laurent (1936-2008) se dio al alcohol y a las anfetas al verse devorado por la angustia de tener que ser el mejor año tras año en su oficio, otro tanto le pasó al primer modisto 'superstar', el norteamericano Roy Halston, inventor del 'dress code' de la 'beautiful people' que cerraba Studio54, donde él se hizo adicto a la coca. La misma sustancia a la que se aferró Donatella Versace durante casi 20 años cuando mataron a su hermano y tuvo que hacerse cargo de un imperio demasiado grande. Otro escándalo sonado, esta vez por culpa del alcohol, es el que protagonizó el británico John Galliano en un bar de París en 2011, donde borracho como una cuba le grabaron diciendo: "Amo a Hitler". Le costó su puesto en la maison Dior. Lo de Marc Jacobs también copó titulares en 2015, al organizar una bacanal salvaje de sexo y drogas durante cuatro días en su casa de Nueva York con una decena de chicos contactados a través de la aplicación gay Grindr.

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