Tener unas manos bonitas y cuidadas es fundamental dentro de los cuidados integrales del cuerpo. Por ello, tener una manicura cuidada y bonita también se hace esencial dentro de estos tratamientos.
Desde hace unos años se ha puesto de moda entre las famosas un tipo de manicura que viene del norte de Europa. Se trata de la manicura rusa. Un tipo de tratamiento para nuestras uñas que ya se ha extendido a multitud de salones de uñas de nuestro país y que podemos encontrar en muchos establecimientos de nuestra ciudad.
¿En qué se diferencia la manicura rusa de la tradicional? Fundamentalmente en el tratamiento de la cutícula. La manicura rusa se realiza con torno y deja las uñas completamente limpias, y eso incluye retirar toda la cutícula. Dejar las uñas sin esta parte que sobresale en la parte superior nos ayudará a lograr una apariencia para nuestras manos limpias y cuidadas.
La clave de la manicura rusa es precisamente que al no contar con la cutícula el esmalte queda completamente a ras de la piel. No hay espacio entre el esmalte y la piel y por ello consigue lograr una de las principales ventajas de este tratamiento: la durabilidad.
Al colocar el esmalte tan cerca de la piel lo que conseguimos es que la manicura dure más, ya que tardaremos más en ver ese crecimiento de la uña. Así, conseguiremos unas tres semanas aproximadamente de uñas perfectas.
Manicura rusa: ¿esmaltado normal o permanente?
Si tu duda es si a la hora de realizar este tipo de manicura hay que elegir entre un esmalte normal o uno permanente, la respuesta es no. Puede realizarse la manicura rusa en ambas, además también puedes realizarla con uñas acrílicas o de gel. Ojo que también puedes dejar tus uñas al natural.
Pese a lo que se pueda pensar la manicura rusa no tiene que ver con el tipo de esmaltado, dibujos, pegatinas o adornos con la que decoras las uñas, si no con el tipo de tratamiento que se realiza antes de pintarlas.
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