La vuelta al cole puede traer consigo unos invitados poco deseados: los piojos. Son muy frecuentes en niños en edad escolar y provocan un picor tan intenso que pueden llegar a provocar heridas en el cuero cabelludo al rascarse.

Los piojos pueden trasmitirse por contacto directo (de una cabeza a otra) o indirecto (por el uso compartido de peines o cepillos). Los síntomas tardan unos quince días en aparecer, así que cuando nos percatamos del problema la persona infectada puede haber contagiado ya a su entorno.

Este problema se da especialmente entre los niños, ya que mientras juegan suelen estar cerca unos de otros pero, aún así, podemos tomar una serie de medidas que pueden ayudar a evitar el contagio:

- El pelo, cuanto más corto mejor. A los piojos les gustan las zonas cálidas, por lo que sus lugares favoritos se encuentran detrás de las orejas y en la nuca. Si llevamos el pelo corto o recogido es más complejo que se unan al cabello.

- Utilizar lociones y champús preventivos especialmente durante los meses de octubre y noviembre, las la época en la que más se reproducen.

- Cuidado con compartir gorros, bufandas...

- Revisar el cabello periódicamente. Hay que mirar bien la cabeza, poniendo especial cuidado en parte trasera de las orejas y a la zona de la nuca.

Si a pesar de todos los esfuerzos finalmente se produce el contagio, éstas son las medidas que debes tomar:

- Acude a tu farmacia para hacerte con uno de los numerosos tratamientos.

- Utiliza peines especiales, conocidos como liendreras, que permiten arrastrar las liendres y piojos del cabello.

- Uñas limpias: hay que limpiar bien las uñas a los niños para evitar posibles infecciones que puedan hacerse al rascarse.

- Avisar al colegio: de este modo se pone en alerta a todos los compañeros y puede acabarse antes con la plaga.