Algunos de ellos llevan ya unos años entre nosotros y otros han llegado recientemente a supermercados y restaurantes de comida rápida, pero antes de que ocupen más espacio en nuestra dieta repasamos algunos de los alimentos que a primera vista podrían parecer más sanos de lo que en realidad son.

Entre las informaciones divulgativas que publica desde su web la Clínica Cleveland de Ohio (Estados Unidos) destaca la preparada por Laura Jeffers, nutricionista del Centro de Nutrición Humana de la institución estadounidense por poner el acento sobre alimentos que en un principio parecerían saludables pero que al examinarlos con la lupa de la experta desvelan algunas características poco deseables.

"Existen algunos alimentos que parecen ser más sanos de lo que en realidad son o quizás podrían ser saludables pero sólo si no se abusa de ellos", señala Jeffers en el sitio web de información al público de la institución americana (www.health.clevelandclinic.org).

En algunas personas estos alimentos podrían estar contrarrestando el intento de perder peso y comer de forma saludable, apunta y dirige su atención a 7 tipos de alimentos:

1. Batidos de frutas: calorías escondidas

Si bien es cierto que existen pocas comidas tan nutricionalmente densas como los vegetales y las frutas, los denominados 'smoothies' pueden convertirse en una auténtica bomba calórica. Dependiendo de los ingredientes del batido, incluyendo la cantidad de fruta, zumo y proteínas se podrían alcanzar hasta las 1.500 calorías.

Jeffers sugiere prepararlos en casa, añadir fruta para dar sabor pero poniendo el acento en los vegetales, añadiendo algunos de hoja verde por sus grandes beneficios para la salud y su bajo aporte calórico. Si se incluye piña en la combinación se puede contrarrestar el sabor más fuerte de espinacas baby o berza.

2. Muesli o mezcla de frutos secos: raciones pequeñas

El muesli tiene propiedades saludables pero a menudo se emplean en su preparación muchos aceites o grasas. Si está aglomerado o se adhiere a los dedos con facilidad el producto no es saludable. Existen combinaciones de muesli sanas pero aún así, una porción es una cantidad muy pequeña. El muesli contiene hasta 400 calorías en una taza mediana. Lo mismo sucede con las frutas y los frutos secos. Una única taza de almendras contiene más de 500 calorías. Por ello, las raciones deben ser muy reducidas.

3. Bagels y panes especiales: una nueva tentación

Los bagels son roscos de pan salado muy comunes en Europa y Estados Unidos y cada vez más presentes en los comercios españoles. Según señala Jeffers, la mayoría de estos panes contienen tres o cuatro raciones de carbohidratos y suelen rellenarse con aditivos como la crema de queso, lo que les lleva a alcanzar más de las 400 calorías y contener hasta el 25 por ciento de la cantidad diaria recomendada de sodio.

Un bagel normal y un donut glaseado tienen alrededor de las mismas calorías: 215 y 229 respectivamente. Los donuts no son un alimento saludable y contienen más azúcar que los bagels pero éstos pueden en ocasiones pasar como una opción saludable para el desayuno o el tentempié de media mañana.

4. Sopa y ensalada: grasas y sal escondidas

Sopa y ensalada pueden constituir una comida saludable pero existen sopas que en realidad están basadas en cremas, lo que las hace ricas en grasas. En lo que se refiere a la ensalada, una vez que se añaden coscorrones de pan, carnes curadas y aliño con aceite dejan de ser una comida baja en calorías.

Otro aspecto a tener en cuenta en las sopas envasadas y en restaurantes es el elevado nivel de sodio que presentan. Según indica Jeffers, demasiada sal no sólo aumenta la presión sanguínea sino que también eleva el riesgo de ictus, fallo cardiaco, osteoporosis, cáncer de estómago y enfermedad renal.

5. Alimentos sin grasas: adiós grasa, hola azúcar

Algunos alimentos libres de grasas son más saludables, como el queso y otros productos lácteos hechos con leche desnatada en vez de entera. Sin embargo, habitualmente, los fabricantes de alimentos libres de grasa añaden azúcar o sirope de maíz alto en fructosa para ayudar a los alimentos a conservarse, lo que añade calorías vacías.

"Las personas tienden a tener fobia a la grasa pero las grasas saludables son esenciales para la dieta, siempre y cuando se tomen con moderación. Hay que elegir grasas monoinsaturadas, como las de frutos secos o pescado", explica la nutricionista.

6. Productos procesados que imitan la carne

Cuando se toman salchichas o hamburguesas procesadas sin carne hay que tener en cuenta cuál es la proteína que se emplea. Algunas veces estos productos tienen muchos aditivos químicos. Se puede ganar peso aunque se siga una dieta sin carne al tomar tipos erróneos de proteínas. Hay que elegir listas reducidas de ingredientes, cuanto más productos se reconozcan mejor es el alimento.

7. Paquetes individuales: mejor prepararlos en casa

Los paquetes de raciones individuales son útiles para quienes tienen problemas al controlar las raciones pero estos refrigerios no suelen ser una buena fuente de calorías. La nutricionista aconseja tomar una fruta o un yogur o preparar pequeñas raciones en casa utilizando bolsitas de plástico. "Evitarás la subida y bajada rápidas de azúcar que se produce al comer un paquete con 100 calorías de minigalletas".

La clave para comer de forma saludable es hacerlo al menos en el 75% de las ocasiones, señala Jeffers que apunta que no consiste sólo en elegir los alimentos bien sino también en tomarlos con moderación. "Es útil recordar que está bien ser indulgente de vez en cuando en vez de optar por todo o nada", concluye.