Llega el verano y, con él, el inevitable y tradicional destape. El calor nos anima a desprendernos de la ropa pesada y a buscar el vestuario más cómodo posible. Pantalón corto, camiseta, chanclas y, como mucho, dos nuevos y livianos compañeros de viaje: las gorras y las gafas del sol. Hay que protegerse y disfrutar del sol, aprovechar las horas de luz y zambullirse en nuestro querido mediterráneo.

Pero el verano y su sana desnudez también, a veces, pueden tener efectos no deseados sobre nuestra salud. Ésta, más que ninguna otra época del año, es la de los contagios de las incómodas verrugas y particularmente de las llamadas verrugas plantares. El hábito de ir descalzos en verano es la causa más frecuente de su aparición. Mucha gente no lo sabe pero, curiosamente, uno de los lugares donde se producen más contagios es en los populares lavapiés de las playas. Llega el momento de marcharse a casa y antes de hacerlo nos quitamos apresuradamente la fastidiosa arena manteniendo un difícil equilibrio que suele acabar con alguno de nuestros pies desnudo sobre la superficie húmeda del lavapiés. El contagio de las verrugas por contacto es muy variable y depende en gran medida de la receptividad de cada individuo. En todo caso, las verrugas plantares suelen ser tan habituales como incomodas y dolorosas. Como médico no puedo dejar de decir en primer lugar que en esta época del año deberíamos extremar el cuidado, sobre todo, cuando vamos con los pies descalzos. Este consejo debe hacerse extensivo a todo el año cuando usamos duchas compartidas, por ejemplo, en las instalaciones deportivas o gimnasios.

Qué son y cómo se contagian

Las verrugas son la consecuencia de una infección vírica de la piel por algunos tipos de virus del papiloma humano (VPH). Aunque por lo general son lesiones benignas, la infección de la epidermis (parte más superficial de la piel) hace que esta capa aumente su grosor y que las lesiones adopten un aspecto antiestético, elevado y rasposo. Las verrugas pueden aumentar de tamaño o número por un fenómeno de autocontagio. Esta gruesa y áspera protuberancia presenta como víctimas más frecuentes a niños, adolescentes, ancianos o sujetos con las defensas bajas. Aunque como comentaba en líneas anteriores, en principio son indoloras, cuando se localizan en las plantas de los pies suelen ser incomodas y dolorosas al interferir en la funcionalidad de su movimiento natural. La ubicación de verrugas plantares complica notablemente su tratamiento. La razón es obvia, difícilmente le podremos pedir a un paciente que deje de caminar. En estos casos el mejor y más eficaz tratamiento del que disponemos es el láser médico vascular. Es el único procedimiento que no deja cicatriz en la eliminación de las verrugas; una cuestión clave en una zona como la planta del pie para que éste desempeñe su función con normalidad. Una pequeña cicatriz en esta zona puede llegar a ser un gran problema a la hora de andar o correr.

Tratamiento con láser

Aunque no existen tratamientos para acabar definitivamente con el virus que las provoca, el láser de colorante pulsado es la mejor herramienta de la que disponemos para eliminar su manifestación; las verrugas. El número de sesiones necesarias hasta la eliminación de estas lesiones dependerá de múltiples factores (antigüedad de la verruga, tratamientos anteriores realizados, su ubicación, etcétera). A priori, las más resistentes son las localizadas en la zona periungueal -bajo las uñas- y en los nudillos.

La aplicación del haz de luz del láser sobre la verruga provocará en ésta un cambio de color tornándose gris negruzca de forma inmediata. A lo largo de los días irá formándose una ampolla de líquido que paulatinamente irá adquiriendo un color más oscuro. Las sesiones para su completa eliminación deberán realizarse cada 3 semanas y el número de sesiones variará entre unas lesiones y otras y unos pacientes y otros. Es el médico el que debe dar el alta al paciente.

En definitiva, el láser médico es, hoy por hoy, la mejor herramienta para la eliminación de verrugas y particularmente el método más indicado para el tratamiento de las verrugas situadas en las plantas de los pies al no dejar cicatriz. Una solución sencilla y que redundará muy positivamente en la calidad de vida de los pacientes.