Un adulto sonríe una media de 25 veces al día y un niño unas 300. No deberíamos resignarnos a que a medida que maduremos sonriamos menos, no deberíamos permitir que nadie de nuestro entorno o nosotros mismos perdamos la capacidad de mostrar alegría y felicidad a través de algo tan natural, bello y espontáneo cómo es la sonrisa.

Hay personas que acomplejados por una boca deteriorada o una falta de piezas dentales, una mal posición de sus dientes, un color de dientes oscuro o un mal aliento, camuflan su boca detrás de la mano al hablar, les afecta su autoestima y no se permitan sonreír.

Esto puede dañar nuestras relaciones interpersonales, puede ser un obstáculo para realizarnos a nivel profesional o un impedimento para mantener una relación afectiva.

¿Por qué llegamos a este punto?

Quizás las mala experiencia o el miedo, que nos lleva a la desconfianza y a evitar aquello que nos genera angustia o por motivos de falta de conocimiento,tiempo y/o dinero.

«Prácticamente todo se puede solucionar, por lo menos a nivel bucal en las manos de los mejores especialistas. Si se nos consulta el problema, estaremos encantados de ayudarle», indica la doctora Carmen Pomares, directora médica de la Clínica Perio&Implant.

Esta especialista afirma que el equipo de la Clínica Perio&Implant que dirige «está preparado para solucionar los casos más complejos, los más difíciles, los que requieran más atención y cuidados o los que les hayan sido tratados sin éxito con anterioridad».

Nos indica que al paciente se le hace «un diagnóstico en 3D, valoraremos las opciones y cómo responden a sus expectativas, para dar con la respuesta a su medida y el plan de tratamiento que con eficacia y profesionalidad con las técnicas más avanzadas de regenerativa y estética y los tratamientos más completos por ordenador, les devuelvan la sonrisa».

La doctora Carmen Pomares alienta a aquellas personas con este tipo de problemas que acudan a Perio&Implant.