No tengo datos objetivos, pero sí la impresión de que a lo largo de los años cada vez veo a más niños con dermatitis atópica y sobre todo ahora, cuando llega el frío.

Cuando les planteo este diagnóstico a unos padres que ya han venido varias veces a consulta porque “otra vez le han salido esos eczemas y se rasca mucho”, preguntan: “¿pero que es la dermatitis atópica?”.

Es una enfermedad de la piel que aparece en brotes, es decir, el lactante o el niño puede pasar temporadas sin lesiones, pero en épocas de frío, cambios de temperatura o coincidiendo con otras enfermedades, aparece el eczema. Son niños que tienen habitualmente piel seca y periódicamente aparece un brote, es decir, empiezan con enrojecimiento de la piel, pueden llegar a presentar ampollas o lesiones costrosas y por supuesto lesiones de rascado porque lo que vive el niño es el picor. El prurito o picor puede ser constante, aunque sólo tenga la piel seca y no haya otras lesiones y crea un círculo vicioso que hay que romper.

Puede empezar a los 2-3 meses de vida y suele limitarse a la cara: mejillas, mentón, frente y pliegues de las orejas. Más adelante, al año de vida, puede afectar además de la cara a pliegues de rodillas y codos, muñecas, tobillos, cuello y zona s de extensión de las extremidades. A partir de los 2 años y a lo largo de la etapa escolar afecta a flexuras de rodillas y codos, pliegues de las orejas, cuello, muñecas y tobillos; también pueden presentar lesiones en párpados, zona per i bucal y pies.

Es por tanto una enfermedad crónica, pero al final del segundo año de vida el 50% de los niños, progresivamente, dejan de tener brotes. Caso de continuar, al entrar en la adolescencia, otros muchos dejarán atrás la enfermedad. El resto deberá mantener a lo largo de los años los cuidados de su piel.

¿Qué podemos hacer?

De entrada hay unas medidas generales que ayudan:

-Mantener una piel nutrida e hidratada. Suelo decirles a los padres que es un problema para “niño de casa rica”, porque lo aconsejable es hidratar más de una vez al día (¡quién tiene tiempo!) y por otro lado son productos caros. Aparte bromas, debemos hidratar con cremas, lociones o aceites emolientes todo el cuerpo, especialmente las zonas más sensibles.

-Usar ropas cómodas de tejidos naturales que permitan la transpiración. Abrigarlo para salir a la calle y al llegar a un sitio cerrado fuera chaquetones, porque el sudor desencadena el picor y el eczema.

-Baño corto y con agua templada. Añadir lociones o aceites hidratantes al agua de baño, poco jabón y si lo usamos que sea un jabón suave, de pH ligeramente ácido. Tras el baño secar la piel sin frotar, con una toalla suave y aplicar crema hidratante.

-Ahora que ha empezado el frío, evitar el ambiente seco, por tanto no tener la calefacción alta.

En el caso de iniciar un brote consultar a su pediatra o dermatólogo para tratar los síntomas y llevarlo lo mejor posible.