Dentro de la amplia variedad de bebidas a nuestro alcance, la de elección debe ser el agua. La ingesta de alimentos con alto contenido hídrico también contribuye a mantener un nivel adecuado de hidratación, por lo que en adultos con una dieta rica en frutas y hortalizas puede ser suficiente beber un mínimo de 750 mililitros de agua.

No obstante, las necesidades de cada persona varían en función de muchos factores como las condiciones de temperatura y humedad, por lo que la cantidad diaria de agua recomendada puede aumentar.

El mejor sistema para mantenernos hidratados, según informa la nutricionista, es «seguir el instinto de la sed como respuesta natural y llevar una alimentación saludable rica en frutas y verduras», dicen los expertos. Pero No todo vale para mantenernos hidratados. Pese a que los zumos naturales pueden parecer una alternativa muy saludable, no hay que perder de vista su alto contenido en azúcar. «No deben sustituir ni al agua ni a la ingesta adecuada de frutas y hortalizas frescas», afirman.Esto se debe a que masticar los alimentos favorece una absorción más lenta de nutrientes, entre ellos los azúcares, Además de aportarnos mayor sensación de saciedad. También debemos limitar las bebidas edulcoradas que no tienen azúcar pero que sí nos saben dulces.