Existen multitud de posibilidades cuando un paciente decide someterse a una cirugía estética para mejorar su aspecto físico. Hoy en día, la importancia por tener una buena apariencia se considera (en la sociedad en la que vivimos) una necesidad prácticamente de primer orden. El problema viene cuando se hace un uso indebido de las necesidades y se convierten en un acto meramente comercial cuando en realidad, y aunque hablemos de cirugía estética, se realizan actos médicos de suma importancia para la salud y recuperación posterior de los pacientes.

Una de las cirugías más demandadas desde hace algunos años, es la microcirugía capilar mediante la técnica F.U.E. Tener pelo se considera socialmente importante y primordial para tener un aspecto joven. Es uno de los pilares básicos en nuestra carta de presentación al mundo y una preocupación constante en pacientes de cualquier edad.

En España existen equipos de F.U.E. perfectamente equipados y capacitados para realizar esta técnica, de una manera adecuada y conveniente para cada persona. En cada equipo, por supuesto, existirán peculiaridades que harán más o menos especial la técnica, pero los procedimientos, siempre se considerarán apropiados.

Centro Dermatológico Estético ha desarrollado una técnica avalada por más de una década de experiencia en la técnica F.U.E. que la hace muy especial y que puede aventajar la recuperación de los pacientes, sin necesidad de abaratar costes en materiales y procedimientos para captar un mayor número de pacientes. Entre nuestras peculiaridades destacamos las más importantes:

  • Elegimos a nuestros pacientes: todos los pacientes no son candidatos idóneos para la cirugía. En el caso de los varones, puede haber una limitación en la zona donante y en el caso de las mujeres existen patologías que no deben tratarse quirúrgicamente por el riesgo que conlleva la evolución posterior de la enfermedad (ejemplo: alopecia frontal fibrosante).
  • Extraemos e injertamos el cabello sin rasurar el pelo, ni en la zona donante ni en la receptora, de manera que el paciente se puede incorporar a su vida social y laboral con más rapidez.
  • Incorporamos dentro de la cirugía la Técnica de Bioestimulación Capilar con PRP (Plasma Rico en Plaquetas) en circuito cerrado, eliminando el riesgo de contaminación. Así, se aporta vascularización de forma temprana en la zona sobre la que vamos a realizar el injerto y se conserva la microestructura de la unidad folicular extraída en perfectas condiciones hasta que es injertada de nuevo en el cuero cabelludo. Ayuda también a disminuir las molestias posteriores y el picor.
  • El material quirúrgico empleado es específico y selecto en las dos partes de la cirugía (tanto en la extracción como en el injerto). La realización de extracciones mediante material inapropiado y extraer más unidades foliculares de las que se debe puede crear lesiones permanentes en la zona donante. Es importante la preservación de la zona donante, es decir, nunca se debe lesionar simplemente por realizar un número mayor de extracciones. Del mismo modo, injertar los folículos con implantador permite que las heridas sean mínimas y que la distancia entre un injerto y otro sea lo menor posible para dar posteriormente una buena densidad capilar.
  • Ofrecemos tratamiento médico posterior: ya que aunque el pelo injertado no se cae y crece por sí solo, es importante mantener en perfectas condiciones el resto del cabello para percibir notablemente el cambio de densidad.
  • Somos especialistas en mujeres: trabajar para ellas nos ha permitido desarrollar una habilidad especial en el diseño de cada cirugía y personalizamos cada intervención en función de las necesidades personales de cada paciente.
  • Acompañamos siempre al paciente durante un año posterior a la cirugía: de esta forma cualquier mínima complicación que surja es solventada por personal cualificado y seguido hasta su completa resolución. Con el acompañamiento valoramos la evolución personal de cada paciente y su resultado final.

En la cirugía de cuero cabelludo F.U.E., como en cualquier otra, no debe primar únicamente el factor económico. Se debe tener en cuenta una buena praxis por parte del equipo quirúrgico, condiciones excelentes de esterilidad y de procedimientos y como no, tener en cuenta que después de la cirugía, pueden surgir necesidades que hay que solventar y que resulta complicado poder hacerlo si hay una distancia abismal entre el paciente y el profesional que realiza la técnica. Como dice el refrán, lo que bien empieza, bien acaba, y un buen proceder acompañado de un seguimiento exhaustivo del paciente hace que todo empiece y acabe bien.