Parar en la panadería. O en el puesto de pan del supermercado de turno. O, quizás, que te cuelguen una o dos barras de la puerta de casa. Sea como fuere, adquirir la ración diaria de pan es, innegablemente, un paso más en la rutina diaria de las familias españolas. Este alimento se ha convertido en un pilar de la dieta mediterránea, un básico que no puede faltar en las cocinas de toda España. Pero, al mismo tiempo, ya está más que extendido el riesgo que produce su consumo excesivo: el pan blanco, el más consumido en el país, engorda, y bastante. Por eso, resulta más que interesante el sencillo truco que algunos expertos en nutrición recomiendan para hacer del pan un alimento un poco más saludable y reducir su impacto en el aumento de azúcar en sangre. Así lo ha anunciado recientemente la cuenta de Instagram de Joan Dídac, que lanzar recomendaciones nutricionales bajo el nombre de @proviotico: el experto explica, brevemente, cómo con añadir un ingrediente se puede evitar que el pan engorde tanto y hacerlo más compatible con una dieta saludable y para adelgazar.

No hay que martirizarse. Evidentemente, si uno está siguiendo una dieta muy estricta para adelgazar o perder peso, hay que evitar o reducir al máximo el consumo de pan. Pero hay alternativas para hacer más saludable su consumo si nos resulta imposible eliminarlo de la dieta. ¿A quién no le apetece meter mano a la baguette o la chapata cuando llega a casa aún calentita? Pues bien, el problema del pan blanco reside en que se trata de un procesado, y últimamente los nutricionistas están haciendo hincapié aumentar el consumo de productos naturales en detrimento de procesados y ultra procesados. Lo que se ha popularizado como "real food".

La cuenta de "Proviotico" lo explica con claridad, aún a riesgo de que los amantes del pan, que se cuentan por millones, se lleven un chasco: "Al igual que la pasta blanca y otros granos refinados son menos nutritivos, ni malo ni bueno es un alimento innecesario, en el mejor de los casos opta por el pan integral (si te gusta el pan) con pocos ingredientes". Los expertos e investigadores han insistido en los tiempos recientes en que el pan, pese a ser pilar tradicional de la dieta mediterránea, no tiene esa equivalencia a efectos nutritivos. A lo que hay que añadir que, simplificando el asunto, comer pan blanco es como comer azúcar. ¿La razón? Este tipo de pan, el más consumido en España, está compuesto básicamente por almidón y, a la postre, nuestro cuerpo lo transforma rápidamente en azúcar. De hecho, si uno mantiene durante un tiempo el pan en la boca, éste termina sabiendo dulce.

¿Perder peso y comer pan? No del todo incompatibles

Pero es harto complicado comer sin pan, un elemento tan plenamente integrado en nuestra dieta y en la rutina de los hogares. Por eso hay que buscar alternativas para hacerlo de la forma más saludable y que nos sea el menor estorbo posible a la hora de adelgazar o perder peso. De ahí que resulte especialmente interesante el truco difundido por "Proviotico", y que explica en su cuenta de Instagram junto a un gráfico que sustenta su recomendación: si vas a comer pan blanco, úntale una buena dosis de mantequilla de almendras.