La adicción es una enfermedad multifactorial. Existe un factor congénito (genes), un factor ambiental y un factor psicológico que determina que los usuarios de sustancias psicoactivas puedan desarrollar la enfermedad de adicción.

En muchas ocasiones, impide que el individuo sea consciente de tener un problema de adicción y de las consecuencias negativas del mismo. Sin embargo, el detectar a tiempo una adicción resulta clave para facilitar su recuperación; un proceso que requiere siempre de ayuda profesional como la que ofrecen las clínicas de tratamiento de adicciones Triora.

Esto es así porque muchas veces, cuando se detecta la adicción, la enfermedad ya puede llevar un tiempo bastante importante de evolución, lo cual retrasa y agrava la solución de un problema que, en la mayoría de los casos, el propio afectado no es consciente de sufrirlo.

Síntomas para detectar una adicción

Podemos hablar de la enfermedad de adicción cuando pasamos del uso al abuso y del abuso a la dependencia. "En el momento que el consumo de sustancias o conductas de tipo adictivo empiezan a coger demasiado protagonismo en la vida de la persona, y se empieza a eludir las responsabilidades personales, es el momento de estar alerta", advierte la directora terapéutica de Triora Alicante, Montse Martínez.

Cómo ayudar a un familiar con adicciones

Cómo ayudar a un familiar con adicciones

Entre los signos que pueden ayudar a detectar que la persona tiene un problema de adicción, se encuentran los cambios en el aspecto físico, como puede ser el descuido del aseo personal y la aparición de sangrados nasales, secreciones nasales, ojos irritados o pupilas dilatadas.

Otros síntomas propios del adicto se encuadran en los cambios en el estado de ánimo, con apariciones bruscas de episodios de irritabilidad o de depresión, junto a una tendencia a pasar más tiempo a solas y desinterés por realizar actividades.

También son significativas las alteraciones en el normal desempeño laboral. El adicto deja de asistir con regularidad al trabajo y busca excusas para ello. Está más distraído, su rendimiento en el trabajo baja y deja citas colgadas sin ninguna excusa hasta el punto de que comienza a ser amonestado por ello.

El campo de las relaciones familiares y sociales también se ve notablemente afectado por la adicción. "La persona adicta tiende a un mayor grado de aislamiento, con cambios en el grupo de amigos. Empieza a tener dificultades con los hijos hasta el punto de molestarles y comienzan a darse conflictos con la pareja. De repente se vuelve más huraño, se encierra y, cuando sale, lo hace sin ningún tipo de control", detalla la directora terapéutica de Triora Alicante.

También se observan cambios en las pertenencias, hábitos de consumo y rutinas diarias. Aparece dinero sin conocer la procedencia, hay envoltorios sospechosos y restos de sustancias en la habitación, se producen fases de falta de apetito alternadas con episodios de hambre descontrolada y problemas frecuentes de salud junto a molestias físicas como dolores de cabeza, resfriados, rojez en los ojos o irritación en la garganta, entre otros.

Cómo ayudar a alguien que tenga una adicción

Montse Martínez recomienda que "cuando veamos estos signos en un familiar, amigo o compañero, tenemos que ser conscientes de que nos enfrentamos a un problema y sentarnos delante del paciente y, con calma, mostrarle nuestra preocupación no juzgándolo sino tendiéndole la mano, ofreciéndole nuestra ayuda, porque muchas veces él no quiere ser consciente o no es capaz de ser consciente de lo que le ocurre".

"Primero del todo, la familia debería tener una reunión sin el adicto, para ir todos en una misma línea de discurso. El segundo paso es tener una reunión familiar con el adicto, para hacerle entender lo que está ocurriendo. Si esta actuación fracasa, es necesaria una ayuda profesional para hacer una intervención familiar", añade la coordinadora terapéutica de Triora Alicante.

Martínez subraya que, para poner solución a un problema de adicción, "indudablemente hay que buscar ayuda profesional en un centro terapéutico, como es Triora Alicante, donde el paciente, tras reconocer la existencia del problema, toma conciencia de lo que le ocurre y comienza un programa terapéutico que le permite salir de su adicción".

Fases para acabar con la adición

El tratamiento consta de varias fases. Una primera de desintoxicación, que es la retirada de la sustancia a nivel orgánico; la siguiente fase es la de deshabituación, romper los hábitos adquiridos con la adicción, y finalmente la rehabilitación.

Triora Alicante es un centro abierto, con terapias individuales y grupales, donde se potencian hábitos de vida saludables como el deporte o la alimentación. A través del Modelo Triora se trabaja la parte física, psicológica y personal del individuo.

"El objetivo es volver a recuperar el sentido a la vida, para luego volver al día a día con herramientas que ayuden a la persona a tener una vida normalizada a todos los niveles, sin riesgo de recaída", remarca la terapeuta de Triora Alicante.

Dónde está Triora Alicante

Calle Hogar Provincial, 12

www.triora.es

Teléfono: 965 150 965