Si hay un objetivo que se marca mucha gente durante el verano ese es, sin duda, el de perder peso. Y lo cierto es que para lograr esa meta no puede haber una época peor que la estival. ¿La razón? En los meses de julio y agosto la gran mayoría de los trabajadores están de descanso disfrutando de días libres. Quien más quien menos se escapa unos días al pueblo, a la playa o a la piscina. Y en ese entorno, en ese momento de relajación y de olvidarse de los problemas cotidianos, es cuando menos apetece hacer dieta. (Ojo que también es importante el ejercicio). No en vano muchos aprovechan los días de relax para quedar con amigos y cenar fuera de casa. Entonces ¿cómo podemos combinar ambos deseos?

Uno de los nutricionistas más seguidos en redes sociales, Joel Torres (cuenta Mundo en forma en Instagram), lanzaba hace unos días un consejo a sus seguidores. Se trata de cambiar todo el menú para poder cenar lo que quieras y que eso no perjudique tu dieta. Al final, reflexionaba el nutricionista, lo que cuenta es la cantidad de calorías que ingieres y que gastas a lo largo del día. Sólo si caes en un déficit calórico vas a poder perder peso.

Una de las claves si sabes que te vas a pasar en la cena es "aumentar a lo largo del día los vegetales y disminuir carbohidratos o controlar el consumo de galletas o leche entera por la tarde", afirma Torres. "Son pequeños cambios de los que casi no nos damos cuenta pero que pueden hacer que acabamos la semana con una buena victoria a nivel de objetivos", concluye el experto.

Torres acompaña su argumentación con una imagen en la que se puede ver dos menús y se adivina claramente cómo a pesar de que en ambos tienen un menú con hamburguesa tiene 1.500 calorías menos.

Trucos adelgazar

Y es que a la hora de adelgazar siempre hay pequeñas microacciones que puedes llevar a cabo en tu día a día. Por ejemplo puedes empezar a dejar de lado todos los postres azucarados y cambiarlos por fruta. Pero además también puedes renunciar tanto a los refrescos como a las bebidas alcohólicas. Al final el objetivo no es cambiar sólo las cosas que consumes. También tienes que cambiar aunque sea poco a poco tu modo de vida. Sólo así vas a lograr cambios a largo plazo que supongan realmente una mejora en tu día a día. Recuerda que lo importante no es perder peso sino llevar una vida mucho más saludable.