Ya se va acercando la primera, preludio de verano. Han pasado la Navidad, los kilos de más se han pegado a la cadera -entre otros lugares- y el estrés de pensar en las vacaciones y el bañador hacen que nos lancemos a dietas milagro que lo único que provocan son problemas de salud y efecto rebote.

Contar con una dieta equilibrada, una vida sana y responsabilidad con los alimentos es fundamental a la hora de cambiar el metabolismo para adelgazar y no volver a engordar jamás.

Quitarse alimentos, realizar periodos de ayuno o tomar productos complementarios son algunos de los errores que se comenten por querer perder peso en poco tiempo y de una forma sencilla. Pero es que, adelgazar, requiere de mucho esfuerzo y fuerza de voluntad.

Así, la dieta escandinava, junto a la mediterránea, es una de las que se pueden seguir en el día a día para estar feliz con uno mismo y sano de pies a cabeza. Como tal, la dieta escandinava surgió en 2004 a raíz del Manifiesto de la Nueva Cocina Nórdica, firmado por un grupo de reconocidos chefs.

Países como Suecia, Finlandia, Noruega, Dinamarca e Islandia cuentan con alimentos muy específicos, basados en la caza y la pesca, que son perfectos para implementarlos en una dieta diaria.