El ibuprofeno es uno de los medicamentos más consumidos de nuestro país. Y en ocasiones hacemos un uso abusivo del mismo, menospreciando por completo sus efectos adversos. Muchas personas lo compran en farmacias sin prescripción médica y sin conocer los inconvenientes de tomarlo de manera inapropiada.

Muchas veces, tras una noche de fiesta, se recurre al uso de estos medicamentos como método para prevenir la resaca. Sin embargo, todavía bajo los efectos del alcohol, esta habitual práctica puede resultar realmente peligrosa.

Los médicos lo afirman rotundamente: en ningún caso está indicado tomar alcohol mientras se está en tratamiento farmacológico con medicamentos. Y es que el ibuprofeno y el alcohol influyen el uno sobre el otro. Esté fármaco, con un período de absorción de entre 15 y 30 minutos, multiplica los efectos de la bebida, provocando que las intoxicaciones agudas aumenten los estados de confusión, aletargamiento y somnolencia, así como la disminución de reflejos.

Problemas gastrointestinales y efectos renales adversos

La razón es que los dos se metabolizan por vía hepática. El tener una vía metabólica del hígado ocupada por uno de los dos provoca que el metabolismo del otro se acelere o por el contrario, se retarde. Cuando estos dos se mezclan de forma regular, aumenta el riesgo de lesión a nivel de la mucosa digestiva. Todo esto potencia el riesgo de padecer problemas gastrointestinales, a los que hay que añadir los efectos renales y cardiovasculares adversos.

¿Qué factores potencian los efectos adversos?

Existen factores que potencian estos efectos. Este es el caso de la graduación. Los riesgos del alcohol se miden por su graduación, por lo que cuanta más graduación tenga la bebida, más efectos ejercerá sobre el ibuprofeno.

El sexo y la raza son otros de los factores que influyen sobre los efectos. Por norma general, los hombres metabolizan el alcohol mejor y de forma más rápida que las mujeres. Asimismo, está comprobado que la raza oriental tiene un mayor enlentecimiento en el metabolismo del alcohol.

Te puede interesar:

Alternativas al ibuprofeno

La alternativa a esos dolores de cabeza provocados por el exceso de alcohol y por los que muchos toman ibuprofeno inadecuadamente es la hidratación. Beber bastante agua y zumos antes de dormir es recomendable, ya que nos ayuda a metabolizar el alcohol y reponer sales minerales. Además, al tomar más líquido se orina más, eliminando de forma más rápida el alcohol de nuestro cuerpo.