El inicio de caída de las hojas de los árboles es un silencio que grita a voces el fin del verano y el inicio del otoño, pero eso no implica el fin de la diversión sino todo lo contrario, como lo comenta George Sand, escritora francesa... “El otoño es un andante melancólico y gracioso que prepara admirablemente el solemne adagio del invierno”.

En esta época del año, varios son los cambios que afectan a nuestro entorno y éste a la vez en nuestra salud y nuestro estado anímico: bajan las temperaturas, aumenta la humedad en el ambiente, disminuye la presión atmosférica y el día cada vez se hace más corto... habiendo menos horas de luz solar... y debido a todo lo anterior hay una serie de trastornos que son más frecuentes en esta época del año, algunas de ellas serían:

Rinitis alérgica, caracteriza por las secreciones nasales, el estornudo y en ocasiones de lagrimeos. Favorecida por la proliferación de ácaros del polvo y hongos que viven en algunas de las zonas más polvorienta, cálidas y húmedas de la casa como las alfombras. Todo esto secundario a la menor ventilación de los espacios cerrados y el aumento de la humedad. Su tratamiento médico esencialmente se basa en antihistamínicos con el consiguiente efecto secundario habitual del sueño y descongestionantes vasoconstrictores.

Imagen HLA Vistahermosa.

Dermatitis atópica: caracterizada por sequedad en la piel con picor intenso e irritación que mejora con el uso de crema hidratante constante y frecuentemente. En ocasiones, es preciso el uso de corticoides tópicos.

Patologías respiratorias como la gripe, el resfriado, la neumonía y el asma se agudizan...sobre todo por el ambiente cerrado y la cercanía entre las personas en un mismo espacio, que en ocasiones es muy pequeño... produciendo hacinamiento y aumentando la frecuencia de las dos primeras enfermedades.

El resfriado y la gripe son dos patologías muy parecidas pero muy bien diferenciadas por el personal sanitario... ambas causadas por agentes virales. Con el común denominador de transmitirse a través de secreciones al tocar manos y superficies infectadas. Malestar general y mucosidad nasal son dos síntomas característicos... pero en la segunda puede aparecer mialgias intensas con picos febriles.

El resfriado y la gripe son dos patologías muy parecidas pero muy bien diferenciadas por el personal sanitario.

El tratamiento médico en ambas patologías es sintomático con antitérmicos analgésicos, antihistamínicos y entre otras medidas el reposo y la hidratación abundante. El toser o estornudar en un pañuelo desechable y el lavado frecuente de manos son dos de las principales medidas preventivas para evitar su propagación. Así mismo es de vital importancia la Vacunación antigripal anual en centros Concertados en pacientes de riesgos.

En esta época es de vital importancia la atención lo más precozmente posible de estas patologías, así como ventilar adecuadamente las habitaciones donde estemos, evitar los cambios bruscos de temperatura y nuevamente el lavado frecuente de manos para prevenir el contagio y la propagación vírica.

Es importante el lavado frecuente de manos para prevenir el contagio.

A pesar de todo lo anterior, lo más importante de cada época es disfrutar de los pequeños momentos en compañía de tus seres queridos, sabiendo que hay grandes profesionales dispuestos a ayudarte en cualquier momento.

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