Las enfermedades infecciosas son muy frecuentes durante la infancia. De forma habitual, los niños suelen tener de 6 a 8 episodios al año, aumentando hasta 10 -12 en aquellos que están escolarizados.
¿Por qué tienen tantas infecciones los niños?
Hay diferentes motivos que lo justifica como:
- La inmadurez del sistema inmune: La respuesta inmunológica del ser humano se desarrolla principalmente durante los primeros 3 años de vida. En este periodo los niños son más vulnerables a padecer infecciones.
- La escolarización: Implica un mayor contacto del alumno con sus compañeros y por ello, más posibilidad de contagio.
- La climatología: La vuelta al cole coincide con el descenso de la temperatura y el aumento de la humedad por las lluvias. Esto provoca la proliferación de virus y bacterias responsables de la mayoría de las infecciones infantiles.
- El periodo de incubación: Hay infecciones que se contagian antes que den síntomas, siendo difícil prevenir la trasmisión de las mismas.
La mayoría de estas infecciones están producidas por virus. El tratamiento va dirigido a mejorar los síntomas hasta la resolución del proceso. Las infecciones producidas por virus no se curan con antibióticos y en muchos casos es contraproducente su utilización. Ocasionalmente pueden estar producidas por bacterias, siendo el pediatra quien prescribirá el antibiótico necesario.
Importancia de la vacunación infantil
Las vacunas constituyen unas de las medidas sanitarias con mayor beneficio a la humanidad. Previenen infecciones que antes producían grandes epidemias, muertes y secuelas. Para facilitar la correcta aplicación de las vacunas, la mayoría de los países disponen del “Calendario de Vacunación Infantil” donde se indican las vacunas que hay que administrar, a qué edad, cuántas dosis y el intervalo de tiempo entre las mismas.
Este calendario está diseñado para obtener el mayor beneficio con las mismas, por ello, tan importante es para un niño poner una vacuna, como hacerlo a la edad correcta y con el número de dosis adecuadas. Retrasar las vacunas es poner en riesgo el beneficio sanitario conseguido y que aumente la incidencia de estas infecciones.
¿Se puede diferenciar la Covid-19 de otras infecciones infantiles?
Desafortunadamente la Covid-19 (enfermedad causada por el virus SARS-CoV-2) no producirá ningún síntoma o signo específico que nos haga diferenciarlo del resto de enfermedades que presentarán nuestros niñ@s.
La mayoría de ellos podrán comportarse como asintomáticos. Otros podrán presentar febrícula o fiebre (más o menos elevada, que responda mejor o peor a antitérmicos), tos, dolor de garganta, cefalea, dolor abdominal, diarrea… de la misma forma en que lo harán los resfriados comunes, gastroenteritis, o la gripe.
Algunos de ellos podrán tener dificultad respiratoria en el contexto de una bronquiolitis o una tos perruna como hallazgo de una laringitis. Nuestros pacientes más mayores pueden describir dolor muscular, anosmia y ageusia (pérdida del olfato y el gusto), éstos más asociados a adultos, pero tampoco específicos del coronavirus.
Lo que sí parece claro es que el Covid-19 en la infancia se presentará de forma más leve que en los adultos.
¿Qué hacer cuando un niño se pone enfermo?
Si el niño presenta síntomas en domicilio o avisan desde el centro escolar de alguno de ellos, dado que es imposible discernir sobre otros procesos virales, es de vital importancia mantener el aislamiento en domicilio y descartar, si es posible en las primeras 24 horas, que se trate del virus SARS-CoV-2.
En la Clínica HLA Vistahermosa se ofrece atención urgente por un Pediatra las 24 horas del día los 365 días al año, tanto presencial como telefónica. Es recomendable realizar una valoración presencial en Urgencias Pediátricas y llevar a cabo una historia clínica completa y las pruebas necesarias para obtener el diagnóstico.
Si la familia presenta dudas o no conoce el circuito que debe seguir, existe también la posibilidad de realizar una consulta telefónica con el Pediatra, tanto de guardia como de consultas externas, quien intentará resolver las dudas y aconsejará sobre las diferentes medidas a realizar.
Diferentes pruebas diagnósticas frente al coronavirus
- PCR SARS-CoV-2: La prueba de Reacción en Cadena de la Polimerasa (PCR) para la detección de ARN viral del SARS-CoV-2 se considera la de mayor fiabilidad diagnóstica para detectar enfermedad aguda.
- Test de antígeno: Los test de antígeno permiten la posibilidad de detección de enfermedad reciente, por lo tanto, su uso debe ser temprano desde el inicio de síntomas (idealmente en los primeros días de enfermedad).
- Test serológico: Los test serológicos de detección de anticuerpos permiten la posibilidad de detectar tanto enfermedad activa como enfermedad pasada ya resuelta y posible inmunidad. Existen dos tipos de test serológicos, los que detectan anticuerpos totales (no diferencian tipo de anticuerpos) y los de IgM/IgG que diferencian entre ambos.
Importancia de las medidas preventivas
La principal vía de transmisión del virus SARS-CoV-2 es de forma directa por contacto con otra persona (mediante aerosoles y/o gotículas), o de manera indirecta por contacto con superficies contaminadas.
Es por ello que las medidas de prevención deben ir encaminadas a evitar estas transmisiones:
1) Aerosoles (núcleos goticulares emitidos al hablar, chillar, toser... que tienen un diámetro inferior a 5 µm, pudiendo permanecer en el aire durante periodos prolongados de tiempo y llegar a personas que se encuentren a más de un metro de distancia):
- Evite las tres C: espacios cerrados, concurridos y que entrañen contactos cercanos.
- Reúnase en espacios abiertos.
- Ventile natural de espacios cerrados.
- Utilice mascarillas.
2) Gotículas (tienen un diámetro de 5 a 10 µm, y por su peso caen rápidamente al suelo normalmente a menos de 1 m del sujeto):
- Mantenga distancia mínima de 1 metro interpersonal.
- Utilice mascarillas, pantalla facial, protección ocular.
3) Contacto con superficies contaminadas:
- Lávese periódica y cuidadosamente las manos con un gel hidroalcohólico o con agua y jabón.
- Evite tocarse los ojos, la nariz y la boca.
- Limpie y desinfecte frecuentemente las superficies, en particular las que se tocan con regularidad.
No olvidemos que, además de protegernos a nosotros mismos, debemos proteger a los demás. Por tanto, si empezamos con algún síntoma (malestar, cefalea, alteración del olfato/gusto, síntomas respiratorios o digestivos…) debemos aislarnos en el domicilio y contactar con nuestro centro sanitario para iniciar estudio y seguimiento.
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