La salud general influye en la bucodental y viceversa. Algunas patologías como la periodontitis pueden tener efectos más allá de los dientes y las encías. Además, diversos estudios demuestran que los pacientes diabéticos tienen hasta tres veces más posibilidades de desarrollar periodontitis y viceversa. Por otro lado, en el embarazo, una patología frecuente es la gingivitis gestacional.

Para mantener una boca sana es fundamental cepillarse los dientes periódicamente. El cepillado debe ser la base de una correcta rutina de higiene bucodental. No obstante, varios estudios han demostrado que el cepillado es insuficiente para eliminar todos los restos de bacterias y alimentos. De ahí la importancia de complementarlo con la limpieza interdental (entre dientes y encías).  

Paso 1: La prevención de la caries

La prevención de las caries se basa en cuidar la higiene bucal y acudir a revisiones dentales periódicas hechas por profesionales de la salud bucodental, quienes pueden detectar caries incipientes (no visibles a la inspección clínica) evidenciables con radiografías detalladas de los dientes. Por otro lado, el uso regular de flúor es una forma eficaz de prevenir la aparición de caries.

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Paso 2: Evitar la aparición de sarro dental

El sarro es el resultado de la acumulación de la placa dental. Si no quieres tener que preocuparte por el sarro, lo primero es llevar una correcta higiene dental a diario, y vencer a la pereza que te arrastra a la cama sin lavarte los dientes.

Existen en Internet cientos de páginas con guías y trucos caseros para eliminar el sarro de los dientes. Pero lo mejor para cuidar tu sonrisa es prevenir su aparición. Para ello solo tienes que aprender cómo evitar el sarro dental, y así impedir que llegue a formarse.

La prevención de las caries se basa en cuidar la higiene bucal y acudir a revisiones dentales periódicas hechas por profesionales de la salud bucodental.

5 trucos para que el sarro dental no llegue a formarse

  • Cepíllate los dientes después de cada comida. O por lo menos 2 veces al día. Por la mañana y antes de ir a dormir.
  • Usa hilo dental. Aunque hay quien dice que no es necesario su uso, el cepillo de dientes no llega a todas partes. si tienes los dientes muy juntos, o algún espacio en el que se te acumule la comida, el hilo dental es tu mejor amigo.
  • Si llevas implantes dentales o tienes una separación importante entre piezas dentales prueba los cepillos interdentales. Son pequeños cepillos que se introducen entre los dientes, justo en la zona en la que se unen con la encía, y ayuda a arrastrar la placa dental.
  • No te olvides de la lengua y las encías. Cepíllate las mejillas y las encías con suavidad para retirar la placa dental.
  • Usa enjuague bucal. Además de prevenir la formación de sarro, te ayudará a tener un aliento fresco.

Si no quieres tener que preocuparte por el sarro, lo primero es llevar una correcta higiene dental a diario.

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