Las enfermeras de Atención Primaria, encargadas en este momento de poner la vacuna contra la covid-19, han destacado este martes que están demostrando estar preparadas, pero que si no se refuerzan sus equipos "ya" habrá problemas durante las nuevas fases de vacunación.

Lo ha asegurado a Efe la portavoz del sindicato de Enfermería (Satse), María José García, que ha recordado que antes de la pandemia faltaban 15.500 profesionales de enfermería en Atención Primaria. García "ha rogado" al Gobierno y a las comunidades que "hagan caso" a esta petición, pues si no es así, algunos problemas que se han podido producir en el inicio de la campaña de vacunación aumentarán en las siguientes fases para llegar a vacunar al 70 % de la población como se desea.

Sobre que hasta el momento se haya vacunado en España a un total de 82.834 personas cuando se han recibido un total de 718.575 dosis de la vacuna de Pfizer, ha dicho que en algunas comunidades la semana antes de Nochebuena aún no se habían formado equipos o dado la información necesaria para poner estas vacunas, cuando el día 27 de diciembre se comenzaba. "Se tuvo que acelerar esa información", ha comentado.

Por su parte, el presidente del Consejo General de Enfermería, Florentino Pérez Raya, ha sostenido a Efe que "hay que priorizar los recursos humanos para abordar la vacunación de los primeros grupos contando con las enfermeras en residencias, Atención Primaria de salud y establecer los refuerzos que sean necesarios pagando esas horas extraordinarias y dobles turnos".

No obstante, ha afirmado que, si "la clave de la vacunación son las enfermeras", en este caso "el problema no es tanto de falta de profesionales sino de cómo se gestiona o se organiza la logística para vacunar".

Disparidad regional

Pérez Raya ha subrayado la "disparidad regional" en esta primera semana poniendo ejemplos: Asturias, con una ratio de 6,5 enfermeras por cada 1.000 habitantes, ha administrado el 80% de las dosis recibidas, mientras que Madrid, con 6,7 enfermeras por cada 1.000 habitantes, sólo ha empleado el 6% de las dosis.

Ha opinado que "lo más importante es centrarnos en una coordinación y planificación adecuada entre comunidades" porque "no es bueno es que cada una tenga un ritmo diferente y que haya distinta inversión dedicada a este personal específico que administra la vacuna".

Cree que en los datos "pobres" de cobertura vacunal ha influido que el inicio de la campaña se ha hecho en fechas "poco propicias". "Son las vacaciones de Navidad, el personal de Enfermería está sobresaturado, muy cansado y también necesita descansar estos días de vacaciones. Son las peores fechas para arrancar una campaña de vacunación de estas características", ha recalcado.

Sobre el primer ámbito de vacunación, el sociosanitario, ha explicado que es "complejo" pues hay que desplazar equipos y coordinar las agendas para que se pueda vacunar a residentes y personal sanitario; en un centro de salud o un hospital "el proceso será más ágil".

"Es pronto para hacer un balance. Debemos esperar a las próximas fechas, sobre todo a partir del 11 de enero, cuando ya estemos fuera del periodo vacacional y se disponga del personal suficiente", a partir de esa fecha, en unos quince días, se podrán extraer conclusiones, ha argumentado.

Una vacuna que no se puede agitar

"Estamos hartitas de poner vacunas pero necesitamos saber todo de cada una, ahora las características específicas de las del coronavirus", ha afirmado la portavoz de Satse.

Se trata de vacunas con unas "condiciones determinadas" tanto por sus características para el descongelamiento y conservación como la forma de ponerlas. "Hablamos de una vacuna que no se puede agitar, hay que moverla diez veces arriba y abajo con calma, tanto antes de meter el suero que la va a disolver como luego una vez que ya lo has metido", ha especificado.

"De cada vacuna inicialmente se pueden arañar hasta seis dosis, pero de cada vial oficialmente salen cinco dosis", ha informado. Ha explicado que "lo mínimo ideal" con esta vacuna es que los equipos que la aplican estén formados por un mínimo de dos enfermeras, una se dedica a ir preparando la vacuna y otra la va poniendo, así "se acelera el proceso".

Si se le pregunta cuántas vacunas se pueden poner a la hora, García responde que "cada paciente necesita su tiempo", especialmente los residentes sociosanitarios.

Sanidad privada

La Alianza de la Sanidad Privada Española (ASPE) ha hecho un llamamiento a las autoridades para agilizar el proceso de vacunación mediante la incorporación del conjunto de los centros sanitarios privados a la estrategia de vacunación. "Contar con todos los recursos sanitarios del país es imprescindible para cumplir la previsión del Gobierno de completar la vacunación del 100 % de la población en 2021", ha asegurado en una nota el presidente de ASPE, Carlos Rus.

Además, han alertado de "discriminación" en algunas comunidades en relación con el suministro de vacunas de los grupos de población prioritarios y de riesgo. Galicia, Comunidad Valenciana y Canarias han rechazado vacunar a los profesionales de la sanidad privada, "algo incomprensible", ha opinado.