"No hay que dejar de hacer sexting, solo hay que practicarlo con conciencia", aclara Soraya Calvo, sexóloga y pedagoga. El "sexting" está de moda en España y su popularidad ha levantado mucha polémica. Se trata de enviar mensajes, a través de móviles o redes sociales, con contenido erótico.

"En ningún caso la solución es dejar de hacerlo, como recomiendan algunas asociaciones", subraya. Y es que la sexóloga explica que el "sexting" es una muy buena vía de seducir, alimentar las relaciones e interaccionar con los demás. "Por ejemplo, si tu pareja vive en otra ciudad es una forma de mantener la chispa", concluye. Además, asegura, que a nivel personal es una herramienta "para explorarse de otra manera, trabajar la autoestima, tomar conciencia de uno mismo y hacer desaparecer complejos tontos".

Alerta, sin embargo, de que con los menores hay que tener cuidado. "He ido a dar varias charlas en institutos y los alumnos tienen miedo porque conocen a alguien que tuvo problemas por enviar fotos de este tipo", explica Calvo. Es por ello que recomienda tomar ciertas precauciones a la hora de realizar "sexting": intentar no utilizar herramientas como Whatsapp, Facebook o Instagram y no adjuntar imágenes o vídeos en correos electrónicos. Hay otros muchos servicios seguros como Imgur, dice, "donde se tiene total control y se puede borrar la foto".

Es muy importante, hace hincapié, que "en las fotos y vídeos no se vean rasgos identificativos, como la cara o un tatuaje". También se debe evitar plasmar rasgos del rostro que se pueden identificar por software de detección de imagen, es decir, los aspectos que no cambian con la edad. Otro consejo que ofreció es disociar los perfiles de las redes sociales; es decir, no conectar perfiles y no utilizar datos reales. Pero ante todo, destacó Calvo: "Hay que tener conciencia de que estamos hablando de internet y de que ahí somos un mero producto. Hay que pensar además en el tipo de relación que se tiene con la otra persona implicada para no herir su sensibilidad".

A pesar de que el "sexting" es una práctica cada vez más común en las redes sociales, aún es un tema tabú para la mayor parte de la sociedad. En el mundo anglosajón, sin embargo, está más asumida y se considera normal por la mayor parte de la población. "En Estados Unidos hay muchas páginas, espacios y hasta estrategias gubernamentales que nos hablan de cómo hacer 'sexting' de forma segura", explicó Calvo. Incide además en que su aceptación "es un proceso que ya hemos vivido con otras prácticas en nuestro país; es similar al tema del preservativo. Hace veinte o treinta años te decían: úsalo o no practiques sexo".

En cuanto a la educación sexual, Calvo considera que debería estar más presente en el ámbito educativo y tratada desde otra perspectiva: "Muchas veces se hacen charlas que informan de cómo usar un preservativo, pero ahora mismo la sexualidad no debe centrarse en estos asuntos y sí en las redes sociales". Es por ello que aconseja acercarse a los jóvenes con temas que de verdad les afecten en el día a día. Apunta que se debe conectar con la juventud para que las enseñanzas sean útiles.

Calvo destaca, por último, la dicotomía que se da en la actualidad, es decir, hasta donde debería llegar el límite de lo público y de lo privado en relación a la sexología. "Los jóvenes de ahora han enfocado su cuerpo de manera menos oscura", explicó. Sin embargo, asegura, esto ha llevado a dos fenómenos negativos: "todo el mundo se permite criticar a los demás y la sexualidad se vive de manera muy pública". Apunta que no se permite practicarla de manera libre, sino que la sociedad se rige por ciertos estereotipos o etiquetas, como homosexual y heterosexual, y cada uno, "para bien o para mal, está encasillado en una".

En la sexualidad, el reto más complejo es, por tanto, lograr un balance entre los aspectos de intimidad y publicidad. Criticó la dificultad de elegir la sexualidad propia debido a las políticas que se están aplicando desde el Gobierno en referencia a las de reproducción y de igualdad o a la reforma de la ley del aborto. "Estamos en un momento muy complicado. Las nuevas políticas están pervirtiendo nuestra capacidad de decidir sobre nosotros mismos", alertó Calvo. "Nos están mandando ser en vez de dejarnos ser", concluyó.