El virus del papiloma humano es la infección de transmisión sexual más frecuente. Actualmente es reconocida su relación con determinadas patologías anales como las verrugas anales, la displasia y el cáncer de ano:

Verrugas: se forman en o alrededor de la vagina, el ano, o en la punta del pene. También se les denomina condilomas. Su presencia obliga a realizar un estudio dado la posibilidad que se asocie a displasia.

Displasia: es una enfermedad que se considera precancerosa, generalmente no produce síntomas.

Cáncer (carcinoma): La displasia puede evolucionar a cáncer de ano, del mismo modo que ocurre con el cáncer de cuello de útero, incluso a nivel del pene, garganta y boca. Es imprescindible un diagnostico precoz ya que si esto no ocurre pueden llegar a ser mortales.

¿Cuáles son los síntomas que produce la infección HPV?

El virus no causa síntomas por sí mismo. Los condilomas o verrugas que aparecen en el ano y zona genital son visibles a simple vista y se pueden palpar. La displasia no suele producir ningún síntoma.

¿Qué personas deben ser consideradas de riesgo?

En los últimos años estas lesiones han adquirido un gran interés dado el alarmante aumento de la incidencia de cáncer de ano en determinados grupos poblacionales. La población de alto riesgo que debería estudiarse comprende:

-Varones homosexuales/bisexuales, al margen de su condición para el VIH.

-Mujeres con cáncer/displasia cervical o de vulva.

-Todos los pacientes VIH positivos, hombres y mujeres al margen de su inclinación sexual.

-Pacientes con condilomas perianales.

¿Cómo se diagnostica la infección pos HPV?

Los pacientes incluidos en este grupo de alto riesgo deben ser sometidos a unas pruebas de fácil realización y nada agresivas para poder determinar si están o no infectadas por el HPV y si de alguna manera le ha supuesto algún tipo de lesión en el ano susceptible de seguimiento o tratamiento. Dichas pruebas se realizan en la propia consulta sin requerir ningún tipo de anestesia.

Según el resultado, se decidirá si es necesario o no seguir con controles, generalmente cada 6 meses o anuales, y en algunos casos someterse a biopsia de la zona para lo cual es imprescindible la utilización de la Proctoscopia de Alta Resolución. Esta última es una técnica que se realiza en muy pocos Centros a nivel Nacional y que requiere ser llevada a cabo por un cirujano estrictamente cualificado y entrenado. De esta forma se consigue conocer la zona exacta afectada por la lesión permitiendo su eliminación en caso de que este indicado, todo ello en la consulta y bajo anestesia local.

Es importante que la población de riesgo sea consciente de la necesidad de someterse a este estudio para que, al igual que ocurre con el cáncer de cuello uterino, podamos evitar la progresión en un futuro a cáncer de ano.

¿Se pueden prevenir las verrugas o la displasia?

En cuanto a la prevención de la transmisión sexual de VPH, la reducción del riesgo de infección con VPH con el uso de preservativos de forma adecuada y habitual en las relaciones vaginales, sugiere que podría haber un beneficio similar para hombres y mujeres que mantienen relaciones sexuales anales.

Por otro lado, en los últimos años se han desarrollado vacunas que han demostrado su seguridad y efectividad en la prevención del cáncer de cuello uterino, vulva y vagina. Actualmente se ha ampliado su utilización para prevenir la infección por el HPV y por tanto, el desarrollo de lesiones precancerosas en el ano tanto para hombres como mujeres. Estas vacunas no serian efectivas en pacientes infectados por los tipos de virus que con más frecuencia evolucionan a lesiones precancerosas, por lo que es necesario hacer un estudio previo de los virus que infectan a cada paciente.

En definitiva, todo este proceso requiere una especialización y experiencia por parte del cirujano. En el momento actual, son muy pocos los centros a nivel nacional que dispongan de esta técnica y la preparación necesaria.