Con motivo del XXV Congreso Anual de la Sociedad de Medicina Interna de la Comunidad Valenciana, Oscar Torregrosa analiza la actualidad de la especialidad y la relevancia de este evento.

¿Cuál es el balance que hace de sus primeros meses al frente de la Sociedad de Medicina Interna de la Comunidad Valenciana (SMICV)?

No le engañaría si le dijera que han sido meses complejos. Inicié esta andadura en febrero de 2022 inmersos en plena pandemia de COVID-19, que obligó a reuniones virtuales y a la suspensión de cursos y otras actividades habituales de la SMICV en los dos años anteriores. Gracias al buen hacer del presidente anterior, el Dr. Enrique Rodilla, se pudo sacar adelante de una forma más que eficiente. Esa magnífica labor, nos facilitó mucho la transición a la junta directiva actual que tengo el honor de presidir. 

Dejados atrás los duros comienzos, volvimos a poner en marcha toda la maquinaria habitual de la Sociedad con un objetivo primordial: la vuelta a la presencialidad total para el congreso regional de la SMICV que empieza el día 23 de septiembre. 

¿Cuáles son los retos a los que se enfrenta la Medicina Interna en la actualidad?

La Medicina Interna es una especialidad de ámbito hospitalario y transversal fundamental para el correcto funcionamiento de cualquier hospital. Los internistas somos especialistas en el manejo del paciente hospitalizado sea cual sea la causa del ingreso, así como en el seguimiento de los mismos y de los pacientes que no requieren hospitalización, en las consultas externas. 

Si algo bueno ha tenido la pandemia de la que, afortunadamente estamos saliendo, es que ha puesto más en valor si cabe a nuestra especialidad. Eso tiene que servirnos para seguir creciendo como colectivo y debe dar un toque de atención a nuestras autoridades sanitarias para saber ponderar cuál es el verdadero valor de la medicina interna a la hora de asignar nuevos contratos y recursos. Y que no vuelvan a suceder hechos como el de poner fin a muchos de los contratos COVID que estaban cubiertos por internistas que no tenían plazas estructurales. 

Nuestra razón de ser son los internistas que forman parte de nuestra sociedad. A ellos nos debemos y es nuestra obligación defender sus intereses profesionales y laborales, así como mejorar la asistencia sanitaria y avanzar en el tratamiento, estudio y prevención de las enfermedades en la Comunidad Valenciana. Debemos fomentar todas las manifestaciones científicas y servir de vehículo para su difusión y también debemos asesorar a los poderes públicos en materia de Sanidad y Salud Pública. 

¿Qué objetivos a largo plazo tiene el Congreso Anual de la Sociedad de Medicina Interna de la Comunidad Valenciana?

El congreso de la SMICV que este año llega a la XXV edición, debe servir como plataforma para la difusión de nuevos tratamientos para las enfermedades más prevalentes, así como el manejo de las mismas desde un punto de vista más global. No debemos olvidar la formación de los internistas más jóvenes que son los que, en su mayoría, acuden a esta cita tan importante para nosotros. Este año hemos introducido un taller para mejorar las habilidades en ecografía clínica y contamos también con el concurso de casos clínicos y ponencias dirigidas a nuestros residentes. 

¿Qué relevancia tiene este congreso dentro del mundo de la Medicina?

Nuestra reunión anual es, detrás del congreso nacional de la Sociedad Española de Medicina Interna, y junto al resto de sociedades regionales, el acto más importante en el campo de la Medicina Interna. 

El congreso que estos días celebramos, ha contado con la organización del Hospital del Vinalopó de Elche y al frente de dicho comité está el Dr. David Vicente , internista joven y con proyección al que desde aquí quiero felicitar por su labor y dar la enhorabuena por el éxito cosechado. 

¿Cuáles han sido los mayores avances en Medicina Interna desde que se llevó a cabo la primera edición?

Mucho ha llovido ya desde aquel entonces. Sería por el año 1997 yo estaba acabando la carrera de Medicina y aún no sabía en qué especialidad me iba a formar. Poco después decidí dedicar cinco años en convertirme en internista y, a día de hoy, puedo decir que es una de las mejores decisiones que he tomado. En el camino he tenido grandes maestros, internistas de la “vieja escuela” que, con muchos menos medios que nosotros, eran capaces de diagnosticar y tratar a los pacientes de una manera impecable. Permítame que tenga un recuerdo en este momento para un internista ejemplar que desarrolló toda su carrera en el Hospital General Universitario de Elche, mi hospital, y que fue, hasta su fallecimiento, hace ya varios años, el jefe de sección de Medicina Interna. Me refiero al Dr. Ángel Sánchez Sevillano, él nos formó a todas aquellas generaciones de residentes por aquel entonces y de él aprendimos que lo más importante de nuestra especialidad son los pacientes. Por y para ellos estamos y a ellos nos debemos. Gracias Ángel, allí donde estés, gracias por todo lo que nos enseñaste. Tu legado sigue muy vivo en tu querido Hospital General Universitario de Elche.

Evidentemente, han cambiado mucho las cosas en este último cuarto de siglo, las técnicas diagnósticas, los tratamientos, las terapias génicas y enzimáticas, la detección precoz de enfermedades a través de los programas de screening, el acceso y difusión de la información, etc. Todo ello ha permitido una mejora sustancial de la asistencia sanitaria y de la calidad de vida de los pacientes e, incluso, un aumento de la esperanza de vida global.

El envejecimiento de la población es otro gran reto al que nos enfrentamos, la longevidad conlleva nuevas enfermedades que hay que tratar durante más tiempo, adecuando a cada grupo poblacional una medicina más personalizada acorde a las necesidades de cada uno.

Pero aún queda mucho por recorrer y no debemos dejar de formarnos y de investigar para poder alcanzar metas aún más ambiciosas, siempre en beneficio de la salud de la población. Mi compromiso y el de la SMICV es firme en este sentido. 

Más información:

Cuándo: 23 y 24 de septiembre

Dónde: Auditorio de la Diputación de Alicante (ADDA)