Todo lo que debes saber sobre el cáncer de cuello uterino y cómo prevenirlo según la edad que tengas

El 26 de marzo se conmemora el Día Mundial de la Prevención del Cáncer de Cuello Uterino, y no podía ser menos, ya que es el segundo cáncer más frecuente en mujeres después del cáncer de mama, y el cuarto respecto a todos los cánceres de la mujer. Se trata de una fecha, por tanto, que busca la concienciación e información de la población sobre la importancia de conocer los factores de riesgo y los síntomas de este cáncer, contribuyendo así a la prevención y al diagnóstico precoz del mismo.

¿Qué es el cáncer de cérvix?

En primer lugar, explicar que el cérvix o cuello uterino es la porción fibromuscular inferior del útero, con forma cilíndrica o cónica, que comunica el útero con la vagina. Se divide en tres partes:

• Endocérvix: porción más cercana al útero, cubierto por células glandulares (aquí se originaría el adenocarcinoma).
• Exocérvix: porción más cercana a la vagina, cubierto por células escamosas (aquí se originaría el carcinoma de células escamosas, el más frecuente, 9 de cada 10 casos).
• Zona de transformación: el punto en el que estos dos tipos de células confluyen, siendo esta la localización de la mayoría de los cánceres de cérvix.

El cáncer de cérvix se produce por un crecimiento anómalo de las células que recubren el cuello uterino, y están causados, casi todos ellos, por algunos tipos de virus del papiloma humano (los denominados VPH de alto riesgo). Este es un virus muy común que afecta tanto a mujeres como a hombres y se transmite por contacto sexual. Se estima que 8 de cada 10 personas sexualmente activas se contagiarán en algún momento de sus vidas.

Actualmente hay 660 millones de personas infectadas a nivel mundial y se estima que al año se detectan 570.000 casos nuevos de cánceres relacionados con el VPH en mujeres y 60.000 en hombres en todo el mundo. A nivel de Europa, las muertes por este cáncer, ascienden a 30.000 al año (unas 700 en España).

Las células de la zona de transformación no se hacen cancerosas repentinamente, sino que primero sufren cambios precancerosos que pueden evolucionar a cáncer. Estas lesiones precancerígenas se clasifican en una escala de 1 a 3 en función de la cantidad de tejido de cuello uterino que se ve anormal al estudio histológico:

• CIN 1 (displasia leve o SIL de bajo grado): lesión precancerosa menos grave.
• CIN 2 ó CIN3 (displasia moderada/grave o SIL de alto grado): la forma más grave.

Lo habitual es que el virus se elimine del cuerpo, pero cuando persiste, puede producir cáncer de cuello uterino, vulvar, anal o de orofaringe. El tiempo estimado desde que se produce una lesión precancerosa hasta que se desarrolla un cáncer en el cuello del útero, es de entre 10 y 20 años. Por este motivo, el cáncer de cérvix es una enfermedad altamente prevenible. Además, es una de las formas de cáncer que mejor responde al tratamiento, siempre y cuando se detecte a tiempo y se trate eficazmente.

Principales factores de riesgo

Entre ellos se encuentran:

• Infección por el virus del papiloma humano
• Inicio de las relaciones sexuales a edades tempranas
• Múltiples parejas sexuales
• Multiparidad
• Uso prolongado en el tiempo de anticoncpetivos hormonales orales
• Inmunosupresión (VIH)
• Malos hábitos alimentarios
• Tabaquismo
• Otras enfermedades de transmisión sexual (Clamidia, sífilis, gonorrea)

Síntomas asociados

En un estadio temprano, el cáncer de cuello uterino no suele producir síntomas. Cuando se trata de un estadio más avanzando, puede presentarse en forma de sangrado vaginal fuera del ciclo menstrual y/o durante las relaciones sexuales; sangrado postmenopáusico; flujo vaginal acuoso-sanguinolento y maloliente o dolor pélvico.

Estrategia 90-70-90

Lanzada por la OMS en 2020, tiene como objetivo erradicar el cáncer de cuello de útero para el año 2030 de la siguiente manera:

• Que al menos el 90% de las niñas menores de 15 años reciba la vacuna contra el virus VPH.
• Que el 70% de las mujeres se realice una prueba de alta precisión para la detección del VPH antes de los 35 años y nuevamente antes de los 45 años.
• Que el 90% de las mujeres que presenten alteraciones en sus resultados (lesiones de alto riesgo ó cáncer) reciban el tratamiento oportuno.

Vacunación (prevención primaria)

Para ello, el programa de vacunación cuenta con la vacuna tetravalente contra el VPH, dirigido a niñas (y desde hace unos meses, también a niños) desde los 9 hasta los 17 años, siendo la primera dosis administrada entre los 9-11 años, y la segunda, a los 6 meses de la primera dosis.

La vacuna es segura y su eficacia es superior al 90% para la prevención del cáncer en el que nos centramos en este artículo. A su vez, tiene una protección cercana al 100% en la prevención de las verrugas anogenitales.

¿Quién se puede vacunar contra el VPH?

Niños y niñas (9-17 años de edad), mujeres hasta los 45 años, así como mujeres con lesiones precancerígenas.

Cribado específico (prevención secundaria)

Con la detección temprana, el cáncer de cérvix se puede prevenir, tratar y curar.En España, las pruebas específicas para la detección temprana del cáncer de cuello uterino son:

• Entre 25-29 años: citología cervical bajo el esquema 1-1-3 (una citología anual durante 2 años consecutivos, y si el resultado de ambas en negativo, se realizará cada 3 años). Se realizará en menores de 25 años si presentan factores de riesgo.
• Entre 30-65 años: citología combinada con las pruebas de detección del VPH (ADN), denominado co-test. En caso de resultar negativo, se repetirá cada 5 años.

A través de los tres pilares fundamentales (vacunación, detección y tratamiento), se espera que con el esfuerzo de todos los países comprometidos se pueda dar un paso más hacia la eliminación de este tipo de cáncer. Y prevenir es, sin duda, la clave.

Más información

Hospital HLA Vistahermosa 

Avd. Denia, 103, Alicante

Cita WhatsApp: 696354290