Los buenos hábitos de salud pueden evitar enfermedades y mejorar la calidad de vida, y ahora que vamos dejando atrás el invierno, el reloj se pone en marcha, como cada año, para iniciar la “operación bikini”. Nos entran las prisas por cuidarnos más, llevar una alimentación más saludable, hacer ejercicio… en definitiva sentirnos más guapos y guapas por dentro y por fuera.

Seguramente, lo primero a lo que tendemos cuando decidimos tener una vida saludable es dejar de fumar, reducir la ingesta de alcohol, comenzar una rutina de ejercicio para controlar el peso y tomar alimentos bajos en grasas. Pero más allá de todas estas ideas tan recurrentes existe un mundo mucho más amplio, el cual puede ayudarnos verdaderamente a cumplir nuestros objetivos. 

Si queremos cuidarnos de forma sana y abarcar mente y cuerpo, una de las opciones que podemos escoger es reemplazar los alimentos de origen animal por vegetales ricos en este nutriente, y una manera de hacerlo es consumiendo proteína vegetal, como son las legumbres, los cereales, los frutos secos o los champiñones, un buen aliado cuando quieres dejar a un lado la carne, los huevos o la leche y comenzar una dieta vegetariana. Y no olvidemos la soja, la “carne” vegetal, una legumbre que destaca muy por encima del resto en cuanto a su contenido en proteínas. 

Si comparamos esta clase de alimentos con los de origen animal, una de las ventajas que ofrecen es que no aportan colesterol y son alimentos más ricos en fibra. Además, hay que tener en cuenta que las dietas vegetarianas son más sostenibles, pues requieren un menor consumo de recursos naturales, como por ejemplo el agua y el terreno, y generan una menor cantidad de gases de efecto invernadero. De hecho, frente a una falta de recursos naturales, el desarrollo de producción alimentaria a través de proteína vegetal, micoproteína, algas o carne celular, podrá ser la solución a los retos de sostenibilidad ambiental que afronta el planeta. 

La nueva tendencia alimentaria: Plant-Based

Una de las tendencias alimentarias son las dietas plant-based, en la que se le otorga más importancia a los alimentos “reales”, frescos y sin manipulación por parte de la industria. A diferencia del veganismo, corriente que rechaza completamente cualquier producto de origen animal como la ropa; la dieta plant-based se basa en alimentos vegetales pero podría consumir algún producto animal. De hecho el veganismo es un estilo de vida, va más allá de una dieta, mientras que la dieta plant-based es una dieta basada en el consumo mayoritario de vegetales y plantas. En esta nueva tendencia vemos como ha ganada popularidad la carne vegana, un producto alimenticio producido a base de plantas que consigue simular el sabor y la textura de la carne, sin tener su mismo origen.  

Salud mental y bienestar

Mens sana in corpore sano. Dos aspectos que van cogidos de la mano si lo que queremos es cuidarnos y llevar una vida sana, y es que no puede existir uno sin el otro. La salud mental incluye nuestro bienestar emocional, psicológico y social, por tanto afecta la forma en la que pensamos, sentimos y actuamos cuando enfrentamos la vida. También ayuda a determinar cómo manejamos el estrés, nos relacionamos con los demás y tomamos decisiones. 

¿Cómo podemos mejorar nuestro bienestar interior?

Ya no solo con la alimentación, el ejercicio diario o dormir lo suficiente, si no poniendo en práctica técnicas milenarias como la meditación, cuyo principal objetivo es reducir los niveles de estrés y modificar las emociones de la persona para ganar en salud. La mejor técnica para conseguirlo es a través el yoga, una práctica que conecta el cuerpo, la respiración y la mente y para ello utiliza posturas físicas, ejercicios de respiración y meditación. Entre sus grandes beneficios se encuentra la reducción de la presión arterial y frecuencia cardíaca, mejorar la coordinación y concentración, reduce el estrés, ayuda a dormir mejor, entre otros.

A diferencia del yoga, en el pilates, una disciplina moderna creada a principios del siglo XX, encontrarás el fortalecimiento del tono muscular y la fuerza mediante ejercicios mucho más intensos y rápidos que se realizan con el cuerpo en movimiento. Sin embargo, el yoga se realiza mediante posturas más estáticas, movimientos pausados, simulando figuras y al ritmo que marca nuestra respiración.

Medicina antiaging 

Para mejorar el aspecto físico, lucir un rostro joven y retrasar el envejecimiento corporal la medicina antiaging, o antienvejecimiento, es la disciplina más adecuada y que cada vez gana más adeptos en las consultas médicas. La medicina antiaging trata el envejecimiento incluso antes de las primeras manifestaciones visibles con el objetivo de incrementar la longevidad del paciente y aumentar su calidad de vida. Se trata de una disciplina médica multidisciplinar, por lo que pueden trabajar en el envejecimiento de una persona desde un dermatólogo, hasta un médico especializado en digestivo o en estética.