El Hospital IMED Levante junto a la Dra. Mª Auxiliadora Amador, han puesto en marcha la Unidad de Técnicas No Quirúrgicas. Esta novedosa unidad se realizan tratamientos de última generación para resolver sin cirugías algunas de las patologías más prevalentes en hombres y mujeres de mediana edad y avanzada edad como son las varices, las fisuras anales y las hemorroides.
Según comenta la Dra. Mª Auxiliadora, “La gran ventaja de estas técnicas no invasivas es que se resuelven de forma inmediata, el paciente tiene una recuperación más rápida y además le ofrecemos un seguimiento de 6 meses para asegurarnos de que el problema no se vuelve a manifestar”.
Para los problemas de varices se emplea la técnica de e la esclerosis venosa, que actualmente es la más efectiva. “Este tratamiento consigue la eliminación de todo tipo de varices de forma ambulatoria. Tras el procedimiento, el paciente retoma su vida normal, sin restricción alguna.”, según señala la Dra. Amador.
En el caso de las fisuras anales, estas son tratadas a través de un novedoso tratamiento con la técnica de neurolisis. La técnica de consiste en inyectar en la zona una solución de alcohol diluida con un anestésico local, produciendo lo que se conoce como una neurolisis química. La doctora explica, “en IMED utilizamos para la resolución de las fisuras anales un tratamiento único y propio (Poliproc©) que trata de forma ambulatoria, sin requerir cirugía, todas las fisuras anales de forma efectiva y rápida. El paciente puede volver al momento a su vida cotidiana y defecar sin molestias”. Con esta técnica resuelve la sintomatología del dolor de forma inmediata y consigue la cicatrización en unos días.
Para solucionar los problemas de hemorroides disponemos de dos técnicas. Por un lado, se emplea la técnica denominada “banding” o de ligadura de banda elástica, que consiste en la aplicación de una banda de goma sobre la base de la hemorroide para ocluirla con el fin de impedir la entrada de sangre. Esa isquemia provoca inflamación y necrosis, seguida de cicatrización que fija la hemorroide, disminuida de tamaño a la pared del canal anal. Por otro lado, la escleroterapia, consiste en una inyección dentro de la hemorroide de una sustancia esclerosante (polidocanol) que provoca una inflamación local seguida de una fibrosis que destruye la venas y capilares que existen en el interior de las hemorroides y fibrosa la hemorroide haciendo que se adhiera de nuevo a la pared del canal anal lo que reduce el prolapso. En algunos casos puede requerir varias sesiones separadas de 1-2 semanas.
“Ambas soluciones ofrecen resultados inmediatos y la aplicación de una u otra dependerá de las necesidades de cada paciente”, explica la Dra. Amador.
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