Los profesionales de la salud estarán tratando a mayor número de gente mayor, pero con una característica y es que son más activos.
Con la edad aparecen cambios en los tejidos del cuerpo y se manifiestan de distintas formas.
Los Meniscos de la rodilla, son estructuras cartilaginosas semilunares que ayudan a la distribución de carga a través de la rodilla.
Como en otras enfermedades degenerativas de otras partes del cuerpo, la severidad del daño requerida para producir un desgarro en esta región, disminuye con la edad. Los desgarros agudos, simplemente pueden ocurrir por una mínima torcedura o por una mala pisada. Sin embargo, los desgarros degenerativos no se asocian con un evento traumático, se asocian más comúnmente a la artrosis, y ocurren en el compartimento medial más frecuentemente que en el lateral. Las quejas usuales son dolor inflamatorio en la interlinea articular en un 77-86 % de los casos y sinovitis local, pudiendo existir síntomas mecánicos, como bloqueo de la rodilla; además la presencia de atrofia del cuádriceps o la inflamación articular, nos indican que hay una evidencia de un problema articular.
En el 75 % de los casos, el diagnóstico es clínico, pero la RMN es muy útil en el diagnóstico de patología meniscal. Pero con un diagnóstico por RMN de rotura meniscal, con una clínica leve o sin sintomatología, el tratamiento es conservador mediante AINES, fisioterapia e incluso infiltración con corticoide. En caso de fracasar este tratamiento, valoraremos el tratamiento quirúrgico, mediante la realización de una Cirugía Artroscópica de la rodilla.
En los pacientes ancianos con una rotura aguda o degenerativa del menisco con sintomatología, el desbridamiento del menisco es el procedimiento preferido, para obtener un borde estable del menisco.
La rehabilitación se centra en ejercicios isométricos de fortalecimiento del cuádriceps y en ejercicios de rango de movimiento. El pronóstico de la mejoría clínica es bueno, sin embargo, aquellos pacientes con cambios degenerativos asociados importantes, tienen un mayor riesgo de síntomas residuales.
La edad, la salud general, y el nivel funcional son factores importantes para determinar el manejo de estos pacientes. Los tratamientos están orientados a restaurar la independencia del paciente y su actividad a los niveles anteriores al daño, intentando al mismo tiempo minimizar los riesgos de las complicaciones del tratamiento.
Dr José Ignacio Gimeno Abad
Cirugía Ortopédica y Traumatología
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