La Asociación Nacional de Afectados por Bebés Robados en los Hospitales eleva a más de 400 los neonatos sustraídos a sus madres biológicas en la provincia de Alicante desde los años 50 para su entrega a familias adoptivas durante el franquismo. La entidad ha presentado ante la Guardia Civil una denuncia para que se investigue la aparición de una caja sin restos óseos en la fosa común del cementerio de Alicante donde se busca a 11 represaliados de la dictadura. La Conselleria de Participación, Transparencia, Cooperación y Calidad Democrática, que financia los trabajos en el camposanto, también ha llevado este hallazgo al juzgado para que se abran diligencias al sospechar que el equipo arqueológico que busca los restos de los fusilados en 1940 pudo dar con un caso de bebé robado. De acuerdo con el informe preliminar de ArqueoAntro, en el que se basa la denuncia de la Conselleria, la caja funeraria encontrada mide 12 centímetros de alto y se correspondería con la inhumación de un individuo infantil de unas dimensiones máximas de 56 centímetros. En su interior no había huesos sino fragmentos de una loseta.