Aunque la propuesta del presidente del Gobierno de aplicar un recargo a la venta de viviendas a compradores procedentes de países extracomunitarios supondría un importante mazazo para todo el sector inmobiliario de la provincia, las consecuencias se dejarían sentir especialmente en aquellas zonas más dependientes del denominado turismo residencial. Áreas como la Vega Baja, que tiene en esta actividad uno de sus grandes motores económico y acoge los dos mayores mercados dentro de este segmento, como son los municipios de Torrevieja y Orihuela.