Las máquinas han comenzado a derribar los talleres del antiguo astillero de Vatasa, en Santa Pola, abiertos en 1920 por concesión del Estado. La imagen de las playas de Varadero y Santiago Bernabeu separadas por esta estructura desaparecerá en cuestión de días, aunque todavía quedarán las montañas de algas que también se almacenan allí.