En Benidorm, el bollo de Sant Blai es considerado el dulce más tradicional. Si se consulta a los habitantes sobre los platos que representan la tradición local, la mayoría señalará este bollo como uno de los más emblemáticos. En muchas casas, las madres y abuelas enseñan a los más jóvenes a prepararlo siguiendo la receta de siempre. Durante todo el mes de enero, y hasta el día del santo, el aroma a canela invade las cocinas y panaderías de la ciudad.

Jaume Ripoll es un experto en la elaboración de este bollo, un proceso que domina desde hace años. Lo prepara en su hogar siguiendo la receta de su madre y lo vende en su tienda, La Retora, situada en el centro histórico. Tres años atrás decidió recuperar la tradición de venderlo a granel y apostar por productos locales, tal como se hacía en los comercios de antaño. Además, con el objetivo de que la tradición se mantenga viva entre los más jóvenes del municipio, organiza anualmente un concurso relacionado con este dulce.

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