Regresaban las estrellas y con ellas el glamour al festival de Cannes. Lo hacían a cara descubierta, sin más complementos que los de siempre. Ni rastro de mascarilla entre los famosos que pisaban la alfombra roja. Actrices y actores, supermodelos, reinas de belleza y hasta ex primeras damas, acaparaban todos los focos. El séptimo arte se vestía de gala en la Riviera Francesa. Dentro del teatro, todos los presentes lucían la mascarilla. Sólo podían acceder quienes tuviesen una prueba negativa o ya estuviesen vacunados. Máxima seguridad para una noche de reconocimientos. Pedro Almodóvar entregaba la Palma de Oro de Honor a la actriz Jodie Foster, que agradecía el premio en un perfecto francés. Menos hábil con el idioma se mostró Spike Lee. El presidente del jurado inauguró con humor, una de las grandes fiestas del cine.