Gobierno, sindicatos y empresarios retoman hoy las negociaciones para acordar hasta cuándo y en qué condiciones se mantendrán los ERTE. La propuesta que el Ejecutivo ha puesto sobre la mesa incluye puntos que no convencen a todas las partes. El primero, el fin del llamado "contador a cero". Trabajo quiere que los ERTE que se extiendan más allá de septiembre consuman paro. Otro punto de la discordia es la extensión hasta finales de año del veto sobre el despido o lo que es lo mismo, que las empresas que quieran despedir por causas relacionadas con el coronavirus lo hagan, pero que les salga más caro. En lugar de indemnizar con 20 días por año trabajado, tendrán que hacerlo con 33 como si se tratara de un despido nulo o improcedente. Otra novedad que incluye el borrador es una prestación extraordinaria para los trabajadores fijos discontinuos que salgan del ERTE y no tengan paro, una situación que se convertirá en habitual especialmente en el sector turístico. De momento el Ejecutivo plantea prorrogar los expedientes de regulación temporal de empleo hasta el 31 de diciembre, salvo los de fuerza mayor, los que se aplican en las empresas más afectadas por el coronavirus. De esta negociación depende el futuro de más de 800.000 trabajadores.