La única cifra que está clara a esta hora es la del salario mínimo actual, 950 euros. A partir de aquí, llega la discusión. Entre los partidarios de subirlo a mil euros, que es la idea de Trabajo y sindicatos. Y los partidarios de subirlo como mucho un 0,9%, el IPC previsto, que es lo que defiende Economía y por lo que se decantaría el Gobierno. Frente al llamamiento a la prudencia, el Ministerio de Trabajo en manos de Podemos se desmarca y asegura que descarta la congelación del salario mínimo interprofesional. En el lado opuesto alegan que no es el momento, en plena crisis económica. Y que pedir ese esfuerzo para muchas pymes puede suponer la destrucción de empleo. El objetivo inamovible a día de hoy es llegar a un salario mínimo de 1.200 euros al final de la legislatura.