Los precios han vuelto a subir en febrero por segundo mes consecutivo. El IPC escaló dos décimas el mes pasado hasta el 6,1 por ciento, por el encarecimiento de los alimentos, a pesar de la rebaja del IVA de los alimentos básicos aprobada por el Gobierno. El otro culpable de que suba todo es la electricidad, como en febrero hizo más frío y menos viento, la luz ha vuelto a subir. Pero lo que preocupa es la inflación subyacente, que no mide ni alimentos frescos ni energía, subió dos décimas, hasta el 7,7 por ciento, marcando un nuevo récord desde que hay registros, lo que quiere decir que esta crisis energética sigue contagiando a toda la economía.