Primero con el alcalde Luis Barcala, de los que se ha mostrado más crítico públicamente. Después con el presidente de la Diputación de Alicante, Toni Pérez, y numerosos empresarios alicantinos, para culminar este martes con el presidente de la Generalitat valenciana. Josep Oliu, presidente del Banco Sabadell ha tratado de transmitir calma ante todos ellos solo días después de que la sede social del banco haya vuelto a Cataluña. Y lo ha hecho con promesas.
Se mantendrán oficinas, empleos o el centro tecnológico en Aguamarga, pero además se elevará un 15% la financiación a empresas y particulares de la Comunitat. Además, esta visita a Alicante, donde Oliu ha explicado que la decisión de regresar a Cataluña responde a motivos estratégicos empresariales, ha servido para cerrar algún compromiso más. El Sabadell apoyará al ayuntamiento en la rehabilitación integral del teatro principal, concederá 1.000 millones más en créditos en la autonomía este año y celebrará en Alicante la reunión anual de sus consejos consultivos.