Rodolfo Lohrmann, alias El Ruso, y Mark Cameron, los últimos reclusos en libertad tras la fuga de una prisión en Portugal, fueron detenidos en una estación de servicio en Alicante.
Ambos escaparon el 7 de septiembre de 2024 de la cárcel de Vale de Judeus, junto a otros tres presos que ya habían sido arrestados. Durante su huida, se integraron en una organización criminal dedicada al narcotráfico, participando en extorsiones y ajustes de cuentas.
Su captura fue posible gracias a una denuncia por amenazas de muerte, lo que permitió a la Policía Nacional española intensificar la búsqueda. Los agentes identificaron el vehículo que usaban y, tras una operación coordinada con las autoridades portuguesas, lograron interceptarlos en Alicante. En el momento del arresto, portaban armas de fuego, documentación falsa de Eslovenia y una gran cantidad de dinero en efectivo.