La canciller alemana, Angela Merkel, acuerda junto con los poderes regionales, el cierre de bares y restaurantes en todo el país durante el mes de noviembre. También se verán afectados el ocio y el deporte no federado en espacios cerrados, aunque mantendrá abierta, mientras sea posible, la actividad escolar y el comercio. Asimismo, se limitarán a mínimos los contactos sociales y reuniones.