Lisa Montgomery era, hasta ahora, la única mujer en el corredor de la muerte federal de Estados Unidos. Desde anoche, es la primera mujer ejecutada por el gobierno de EE.UU. en 67 años. Recibió una inyección letal en una prisión de Indiana por el asesinato de Bobbie Jo Stinnett, de 23 años, cuando ésta estaba embarazada de ocho meses. En diciembre de 2004, Montgomery, entonces de 36 años, la estranguló para después sacar al bebé de su útero y secuestrarlo. La madre murió desangrada. Sus abogados y activistas opositores a la pena de muerte habían pedido su indulto a Trump alegando que era una enferma mental víctima de abuso.