Ni los 20 grados bajo cero ni la pandemia han frenado a los creyentes en este ritual de la Epifanía Ortodoxa. Al menos en Moscú porque otras regiones de Rusia el coronavirus sí ha cancelado las celebraciones. Los que cumplían anoche con esta cita del calendario religioso desafiaban el frío polar sumergiéndose en las aguas heladas.