Estos son los datos a día de hoy, recogidos por la Agencia Europea del Medicamento: 86 casos de trombos comunicados tras la vacuna de AstraZeneca, 62 cerebrales y 24 abdominales, entre ellos 18 muertes. Por otro lado, se ha vacunado ya a 25 millones de personas con este suero, es decir, el riesgo de trombo es más o menos de 1 caso entre 300.000, y de muerte, menos de uno entre un millón. La novedad es que por primera vez la EMA cree posible el vínculo entre la vacuna y esos trombos, aunque los considera un efecto secundario "extremadamente raro" e insiste en que el beneficio sigue superando con mucho al riesgo. Eso sí, ese pequeño riesgo parece un poco mayor entre menores de 60 años y mujeres. De ahí que los gobiernos europeos, tras semanas de dudas e incertidumbre, hayan tomado por fin una decisión conjunta: administrar AstraZeneca solo a mayores de 60 años. Algo que, por otra parte, salvo en España, ya se estaba haciendo. La Agencia británica ha emitido un informe parecido, así que en el Reino Unido han decidido no inyectar AstraZeneca a los menores de 30, básicamente porque ellos tienen un riesgo de COVID grave muy bajo. A los que hayan recibido una primera dosis de esta compañía se les dará la opción de tener la segunda con otra.